La tensión se agrava en Volkswagen con la convocatoria de huelga en Landaben
La planta navarra de Volkswagen se enfrenta a uno de los momentos más delicados de los últimos años. Plantilla y dirección han sido incapaces en 15 meses de acordar el nuevo convenio colectivo, lo que ya provocó la pasada semana que la planta se quedase sin la producción de 10.000 modelos adicionales. La posterior convocatoria de cuatro días de huelga y de otro paro indefinido pone a la planta en una encrucijada en un momento en que la matriz está inmersa en una dura reestructuración.
Las partes no logran ponerse de acuerdo en dos aspectos cruciales, la flexibilidad y el salario. En el primer aspecto, propone incrementos salariales por encima del IPC para todos los ejercicios. Además, la empresa fija la jornada laboral en 209 días, con una flexibilidad al alza y a la baja de 11 días, sin aplicar descuentos salariales. La dirección plantea que, en año de lanzamiento y siguiente de nuevo modelo, la flexibilidad será de 15 días, tanto al alza como a la baja. Por último, la empresa propone prejubilaciones a los 60 años o a los 55 con invalidez permanente total. La empresa ha subrayado en diversas ocasiones que esta oferta es la última, y que es 'inamovible' dado que no implementarla supondría 'hipotecar el futuro de la planta'.
Esta propuesta ha resultado insuficiente para el comité de empresa, que el pasado martes convocó cuatro jornadas de paros para los días 15, 23, 28 y 30 de marzo. Si entonces no hay acuerdo, los trabajadores iniciarán el día 3 de abril una huelga indefinida.
Fuentes de la compañía reconocieron ayer lo 'complicado' de la situación, a la vez que criticaron la postura de la plantilla. Según los cálculos de la empresa, para un trabajador que secunde estos cuatro días de huelga le supondría un descuento de dos puntos del aumento salarial anual, por lo que 'resulta difícil entender que lleven meses negociando décimas de puntos sobre el incremento anual, y ahora obliguen a la plantilla a dejarse' estos puntos en descuentos sobre su nómina. La situación ha llegado hasta tal punto, que el presidente navarro, Miguel Sanz ha anunciado que el Ejecutivo ha decidido mediar entre la dirección y los sindicatos de la factoría.
'España ya no es un país competitivo para producir coches', dice Pischetsrieder
Momento crítico
Pero es que, además, la radicalización de la postura de los empleados coincide con una época en la que la cúpula directiva en la sede de Wolfsburg, en la Baja Sajonia, está aplicando la tijera con mano dura. El propio presidente del consorcio, Bernd Pischetsrieder, avisó el martes que 'España ya no es un país tan competitivo para producir automóviles como lo era antes. Su atractivo se ha reducido', afirmó en la rueda de prensa anual de la multinacional. 'Simplemente, estamos aplicando en Navarra y en Martorell la planta de Seat los ajustes necesarios si queremos que España siga siendo atractiva para producir'.
Al término de la alocución del directivo bávaro, el director de compras del grupo Volkswagen, el español Francisco Javier García Sanz, mostró la cara más conciliadora de una compañía que recientemente anunció que va a eliminar 20.000 empleos en la marca Volkswagen. 'Nunca se va a acabar la paciencia, nunca se pueden poner límites', aseguró.
Volkswagen, sin embargo, ha decidido mostrar su cara más dura respecto al recorte de costes, necesario, según Pischetsrieder, para 'garantizar la supervivencia de la compañía'. La planta de Landaben está encuadrada en el seno del grupo dentro de una empresa llamada Volkswagen Navarra depende directamente de la matriz. Su resultado neto en 2005 ascendió a 18,3 millones, lo que supone un descenso del 14%. La causa principal para esta caída ha sido, el descenso del 8,9% sufrido en la producción el pasado ejercicio, que se cerró con 211.612 unidades producidas. En enero, la producción repuntó por encima del 19%.
Resultados de la división comercial
Volkswagen-Audi España (Vaesa), la filial en España dedicada a vender los automóviles de las dos marcas, registró el pasado año un resultado de 120,97 millones, lo que supone una progresión del 19% respecto a los 101,78 millones de euros contabilizados en el ejercicio precedente.