Ultimátum de Bruselas a las Bolsas para que haya más competencia
Los mercados europeos disponen de tres meses para demostrar a Bruselas su voluntad de liberalizar e integrar los sistemas de compensación y liquidación de valores. La CE advirtió ayer que, transcurrido ese plazo, actuará por la vía legislativa y sancionadora contra el sector. La Bolsa española es una de las amenazadas.
El ultimátum lo lanzaron ayer al unísono la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, y el de Mercado Interior, Charlie McCreevy. Los dos han decidido en los últimos meses, quizá por la creciente debilidad de sus carteras por separado, aunar los esfuerzos para defender la liberalización en el sector bancario, energético y, ahora, bursátil.
Bruselas exige 'la liberalización e integración de los sistemas de compensación y liquidación'. El objetivo es que los partícipes en el mercado puedan elegir dónde liquidar sus operaciones y depositar sus valores, es decir, dónde realizar los servicios de pago, traspaso y depósito posteriores a la compraventa.
Ahora, cada país suele canalizar a través de su cámara todas las operaciones realizadas en su mercado. Y en algunos casos, como España o Alemania, la propia Bolsa es la propietaria de un mercado que, en toda Europa, mueve unos 40.000 millones de euros al año.
Bruselas no ocultó ayer que uno de sus objetivos son los llamados silos bursátiles. Es decir, Bolsas que como la alemana o la española controlan el negocio bursátil en toda su cadena, desde la orden de compra hasta su liquidación. 'Los actuales mecanismos son eficientes a escala nacional, pero muy ineficaces a escala europea', lamenta la Comisión.
Bruselas, después de cinco años de estudios y consultas, ha decidido exigir de manera perentoria que el sector 'demuestre que está dispuesto a hacer cambios', según explicó el portavoz oficial de McCreevy. 'Tiene que haber cambios', exige la CE, 'y creemos que la industria también lo reconoce así'.
Juan Briz, especialista en asuntos europeos de BNP Paribas Securities Services en España, apunta 'un mayor consenso en que es adecuado regular esta actividad'. La banca había creado un grupo de presión para regular la actividad de compensación, definir los distintos tipos de actores, separar sus funciones y añadir más competencia a este negocio, la llamada fontanería de la Bolsa, en la que los propios bancos tienen intereses. Algunas Bolsas tampoco descartan segregar ese negocio, tanto para calmar a Bruselas como para facilitar la futura fusión de los mercados. La Deutsche Börse, que ha fracaso en sus tanteos de unión con la Bolsa de Londres y con Euronext, se ha mostrado más flexible a esa posibilidad últimamente.
McCreevy amenaza con presentar un proyecto de directiva o reglamento que obligue a las Bolsas a integrar en una las distintas cámaras de compensación y reducir, en consecuencia, las elevadas tarifas que aplican a las operaciones transfronterizas 'hasta 10 veces más caras que las nacionales'. En marzo concluirá el estudio sobre el impacto de esta nueva ley.
Kroes blande, por su parte, los artículos 81 y 82 del Tratado de la Unión, que permiten a la Comisión imponer multas de hasta el 10% de la facturación mundial a las empresas que abusen de su posición dominante o se repartan el mercado. El organismo comunitario está convencido de que la apertura del mercado redundará 'en una reducción de precios'. El ahorro puede oscilar entre el 10% y el 40% de los costes actuales', señalan fuentes comunitarias, basándose en diversos estudios.
Una directiva que hace temblar al sector
Acceso mutuo entre Bolsas. El derecho a elegir el lugar donde rematar una operación bursátil obligará a que los mercados nacionales se reconozcan el acceso mutuo a los sistemas de compensación y liquidación. Esto eximirá a los operadores de tener que lidiar con el sistema de cada uno de los mercados donde invierte. Si lo desean, podrán centralizar la gestión de su cartera.Control en el país de origen. La supervisión a cargo del país de origen se aplica en todos los sectores financieros armonizados en la Unión Europea (banca, fondos de inversión, etc.). Bruselas parece inclinarse también por esa opción en el caso de los servicios de compensación y liquidación. La CE aspira a que estos sistemas se beneficien de un pasaporte europeo para operar en toda la UE.Identificación de accionistas. La futura regulación comunitaria del sector pretende imponer normas muy exigentes de transparencia, en línea con las últimas tendencias en gobierno corporativo. En concreto, Bruselas quiere que se dé a conocer la participación de los accionistas de referencia de los sistemas de compensación y liquidación, así como los sueldos e incentivos de sus directivos.Separación contable. Las normas de transparencia que estudia la CE incluyen medidas tan indiscretas como la obligación de separar la contabilidad de los servicios prestados, según procedan de la actividad principal (compensación y liquidación) o de prestaciones secundarias (como la recepción de depósitos y la concesión de créditos). La CE quiere evitar las subvencionas cruzadas.Sin mezcla de servicios. Bruselas quiere impedir que los sistema de compensación aprovechen su monopolio natural para colocar a sus clientes otros servicios. La CE estudia exigirles que concreten las tarifas de cada tipo de servicio que ofrezcan. Y obligar a que se permita a los operadores realizar la liquidación con dinero de la banca central en lugar de efectivo de la banca comercial.