Las funerarias españolas, grandes compradoras de suelo

Las empresas invierten en terrenos para instalar tanatorios

Las dos mayores compañías funerarias españolas han aumentado el gasto en suelo y edificación de tanatorios. El grupo Intur y Funespaña invierten especialmente en pequeñas localidades que están registrando crecimiento de población y cuyas autoridades facilitan en algunos casos la adquisición de terreno para tal fin.

España es el país de Europa con mayor número de tanatorios', afirma Emilio Berriatua, director general del grupo funerario Intur, participado en un 75% por Acciona y en un 25% por Caja Madrid.

Según el directivo, a partir de 1995 se potencia en el sector español prácticas comunes en el negocio estadounidense y se impulsa la edificación de tanatorios, coincidiendo en el tiempo con el inicio del boom inmobiliario. Anteriormente, el carácter público del sector español permitió también, en opinión de Berriatua, la edificación de grandes tanatorios en las mayores ciudades.

Ahora el crecimiento de la población en pequeñas localidades, en general cercanas a grandes ciudades, ha impulsado la inversión en este tipo de inmuebles.

El grupo Intur, que asegura ser la primera compañía funeraria de España por beneficios (10,3 millones de euros en 2005, un 34,5% más que en 2004), invirtió el pasado año 24,8 millones de euros de los que 20 millones se destinaron a este tipo de inmuebles. La compañía cuenta en la actualidad con 46 tanatorios y durante este año tendrá 14 más. Y en 2007 el grupo prevé terminar el ejercicio con 60 tanatorios.

Funespaña, la única empresa funeraria española que cotiza en Bolsa, con presencia también en Argentina y Hungría, cuenta con 12 tanatorios repartidos por la Península, según la memoria de la empresa del ejercicio 2004.

Al igual que Intur, Funespaña también ha visto negocio en las pequeñas localidades españolas y ha apostado por un nuevo producto. La compañía ha iniciado la construcción de las llamadas 'casas funerarias'. En Cataluña Funespaña ha abierto tres de estos nuevos tanatorios, 'una nueva experiencia para velatorios en poblaciones pequeñas', dice la empresa.

El grupo asegura que con estos modelos 'se consigue prestar un servicio esencial e imprescindible en los municipios pequeños con las mismas prestaciones que cualquier municipio con más habitantes'.

Con la actividad de estos dos grupos, España va a contar con una cantidad de tanatorios insólita en la mayoría de los países europeos.

'Ahora los alcaldes lo demandan'

Según un experto del sector funerario español (en el que participan cerca de un millar de empresas), el tanatorio permite a las compañías funerarias un ahorro de costes de servicios, al unirlos todos en un mismo punto. El mismo experto indica que en países como Portugal o Italia 'no saben lo que es un tanatorio' y afirma que 'el mejor tanatorio de Francia sería el peor tanatorio de España' aludiendo al desarrollo que han tenido en el país este tipo de edificios.

El presidente de Intur, Ricardo Molina, comenta que el tanatorio ha pasado de ser rechazado por la población a ser requerido: 'Ahora los alcaldes lo piden, lo demandan', asegura.

Los directivos del grupo explican que las localidades que han ido creciendo en los últimos años en términos de población lo necesitan y que por ello las empresas funerarias dispuestas a construir un tanatorio reciben en ocasiones facilidades de adquisición de suelo por parte de ayuntamientos.

Para ello el grupo Intur construye tanatorios pequeños, de hasta 10 salas como máximo, lo que supone entre 12 y 14 meses de trabajo. 'En general compramos suelo y después construimos el tanatorio; no es un inmueble muy habitual, que pueda comprarse o venderse, por lo que generalmente hay que empezar de cero' indica Emilio Berriatua. 'No es un buen negocio inmobiliario' asegura.

Pero en ocasiones sí puede serlo. Funespaña anunció en noviembre de 2004 la compra del 25% de Funeraria Terrassa a los accionistas minoritarios que todavía se mantenían en la compañía catalana (constituida por Funespaña en 1998 a través de adquisiciones), por 1,19 millones de euros. Sólo un mes más tarde, con el control ya del 100% de la funeraria catalana, la compañía comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la venta del tanatorio propiedad de Funeraria Terrassa, por 8,3 millones de euros.

Funespaña informó al organismo regulador del mercado de valores que con dicha cantidad lograría reducir 'en su práctica totalidad' la deuda de la compañía.