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Mercados

Los fondos de valores pequeños sufren un exceso de inversores

El éxito de los fondos 'small cap' lleva a limitar la entrada de partícipes

Están de moda y se lo han ganado: más de 75 fondos de pequeña y mediana capitalización registrados en España han subido más de un 30% en un plazo de 12 meses. Pero, al igual que en un restaurante íntimo un número excesivo de comensales arruina el encanto del local, una avalancha de partícipes puede desbaratar estos fondos. El éxito es tal que algunos están restringiendo la entrada de nuevos partícipes. El último caso es Axa Rosenberg, que desde el martes pasado tiene cerrados los subfondos UK Equity, UK Small Cap y Pacific Ex Japan Small Cap de su fondo Axa Rosenberg Equity Alpha Trust.

Otro ejemplo es el de Santander Small Cap España, que en noviembre anunció un incremento de la inversión mínima inicial desde el momento en que el patrimonio llegara a 200 millones. Muy pronto pueden llegar más casos. Self Trade y Morningstar apuntan respectivamente al Fidelity European Growth y al Bestinver Bolsa como dos fondos con tanto éxito que pueden verse abocados a cerrar la puerta.

'Es un problema clásico de los small caps, porque suelen tener poca liquidez en Bolsa', exponen desde Axa. 'Tener una gran cantidad de títulos de un valor poco líquido, si se desease hacer un gran reembolso, podría hacer bajar la cotización de ese activo, así como el valor diario del fondo'.

'En España hay algunas gestoras que actualmente preferirían ver una moderación en la entrada de dinero a sus fondos', confirma Víctor Alvargonzález Jorissen, director general de Profim. Esta firma explica que el problema en España es que el rango de pequeñas compañías con alto potencial no excesivamente amplio.

'Cuando se trata de invertir en compañías con poca liquidez, entrar con mucho dinero puede crear un efecto indeseado de bola de nieve, al disparar la cotización de valores por los que apuestan los gestores. Esto, paradójicamente, puede terminar expulsando del mercado a los propios gestores que habían descubierto estos valores', resalta Jorissen.

'Este es un fenómeno creciente y es positivo que el gestor dé la alarma cuando tiene demasiado volumen, porque demasiado volumen suele traducirse en rendimientos más bajos', señala Puy Carazo, de Self Trade.

El imperativo legal

Por ley, ningún fondo que se español puede ser cerrado. 'Los fondos tienen que ser abiertos, porque prima el principio de no discriminación', advierte Fernando Luque, de Morningstar. 'Lo que suele hacerse es incrementar la comisión de suscripción o elevar mucho la suscripción mínima para que no sea rentable entrar', añade Luque.

'Se trata de no dañar al inversor que ya está en el fondo porque quiera entrar un nuevo inversor', afirma Rafael Febres Cordero, director de Fidelity España. 'Una entrada de capital excesiva en un fondo implica un coste transaccional, ya que obliga al gestor a reestructurar la cartera de fondos, lo que resta puntos de rendimiento', expone el ejecutivo. 'Influye además en la visión del gestor sobre sus valores, porque esta reestructuración de la cartera le puede forzar a liquidar posiciones antes de tiempo, lo que puede desembocar en ganancias inferiores a lo previsto, o incluso en pérdidas', completa.

Fidelity aclara, eso sí, que su fondo European Growth sigue abierto y cualquier inversor que lo desee aún está a tiempo de entrar.

Toda esta efervescencia comprada tiene su traducción en el mercado. El índice Ibex Small Cap acumula en sus ocho meses de vida una revalorización del 33,5%. En cualquier caso, no está de más que los nuevos inversores recuerden el viejo dicho bursátil de que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.

El precedente de Socgen International

A la hora de ilustrar cómo un éxito desbordante puede llegar a devorar un fondo, los analistas del sector suelen poner el ejemplo de la Sicav Socgen (Société Générale) International, un fondo centrado en compañías atractivas por valoración, de estilo conservador, que se centraba en el análisis fundamental y cuyo universo de inversión era nada más y nada menos que global. En España, fue la firma Profim la primera en señalar a la Sicav como una oportunidad interesante de inversión, allá por el año 2000.En plena euforia de la burbuja tecnológica, el fondo siempre fue por detrás de su índice de referencia, el MSCI World Index. Pero a partir del año 2000, el Socgen International batió al índice de forma consistente hasta 2005, cuando su rendimiento fue del 30,77%, frente al 23,95% del MSCI World.La historia terminó el mismo año pasado y desde entonces está cerrado para aportaciones de nuevos inversores. El patrimonio gestionado a escala internacional por el fondo de SG creció más de 800% entre los años 2001 al 2005. En términos absolutos, la evolución es de 173,35 millones de dólares (unos 145 millones de euros) en 2001 a más de 1.575 (1.312 millones de euros) millones de dólares en 2005. Por ponerlo en perspectiva, el patrimonio de este fondo es equivalente al de todas las suscripciones netas realizadas en la industria española durante el mes de febrero.

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