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CincoSentidos

Las empresas se vuelcan con el Instituto del Corazón

El Ministerio de Sanidad dio ayer el pistoletazo de salida a la investigación biomédica cardiovascular. Los Reyes de España, acompañados por la ministra Elena Salgado y el cardiólogo Valentín Fuster, inauguraron la nueva sede del Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC), cuya infraestructura ha costado 50 millones de euros.

El CNIC es un proyecto público que cuenta con el apoyo económico de catorce empresas: Acciona, La Caixa, Gas Natural, Prisa, Santander, Repsol YPF, BBVA, Inditex, Fadesa, Telefónica, Endesa, El Corte Inglés, Abertis y Fundación Astroc, cuyos máximos representantes acudieron ayer al acto de inauguración.

Estas compañías se han comprometido a inyectar 100 millones de euros para poner en marcha el centro y financiarlo hasta el año 2012. La aportación del Estado ascenderá a 166 millones.

El presidente del Comité Científico del CNIC, Valentín Fuster, ha elaborado un programa de investigación dividido en seis áreas biomédicas, 'aquellas que mayor impacto tendrán en la medicina cardiovascular durante la próxima década', según resaltó ayer el cardiólogo catalán. Estas áreas son biología vascular e inflamación, aterotrombosis e imagen cardiovascular, cardiología regenerativa, biología del desarrollo cardiovascular, epidemiología cardiovascular y genética de las poblaciones e investigación cardiovascular traslacional de nuevas tecnologías y terapias.

En un par de meses, cada uno de estos departamentos contará con un director científico. El ministerio de Sanidad ha convocado un concurso público para seleccionar los mejores currículos internacionales. El personal científico será contratado y evaluado por periodos de tiempo limitados. Sus retribuciones tendrán un componente fijo y otro variable. El objetivo es garantizar 'una plantilla creativa y productiva, capaz de atraer y retener a científicos de valía', según fuentes gubernamentales. Cuando esté funcionando a pleno rendimiento, el CNIC contará con 300 investigadores.

El Gobierno desea que la institución se convierta en un referente internacional en este campo, pero no renuncia a la aplicación clínica. Con tal fin promoverá el intercambio de conocimiento entre los científicos del centro y los médicos del Sistema Nacional de Salud.

Fuster no abandona, por el momento, sus responsabilidades americanas -dirige el Instituto Cardiovascular de Monte Sinaí y la Asociación del Corazón-, pero viajará periódicamente a Madrid para supervisar el proyecto.

Su vinculación laboral con Nueva York ha hecho posible la firma de un convenio con Monte Sinaí para formar a profesionales españoles. Este programa de intercambio será financiado por los patronos con cinco millones de euros. 'No será una ida sin vuelta', explicó ayer Fuster. La formación no podrá superar los dos años y los becados 'tendrán que reincorporarse a su país'.

Patronato

El CNIC es un proyecto innovador en el fondo, pero también en las formas. Para alcanzar sus objetivos, el ministerio de Sanidad ha decidido crear una fundación que permitirá a la institución tener un alto grado de autonomía y la posibilidad de fijar diversas fórmulas de colaboración con terceros. El patronato, formado por importantes gestores, está presidido por Rodrigo Uría.

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