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CincoSentidos

Luisa Castro novela el tránsito del amor al odio

La línea que separa el amor del odio es muy delgada, un tránsito que tiene que ver con la negativa a aceptar al otro una vez que ha pasado la primera fase de deslumbramiento. La escritora Luisa Castro (Foz, Lugo, 1966) novela en La segunda mujer el sufrimiento que genera en la pareja el deterioro afectivo. 'Se pasa del afecto al desafecto cuando uno de los dos deja de querer. Deja de dar, pero quiere seguir recibiendo y ahí aparece el maltrato psicológico'.

La novela, ganadora del Premio Biblioteca Breve que convoca Seix Barral, nació de la necesidad de la autora de exorcizar fantasmas; en este caso, el dolor de su separación, una terapia iniciada con el libro de poemas Amor mi señor (2005). La segunda mujer no ha partido de ninguna tesis, estaba en su cabeza y ha dejado que saliera fuera.

'Por mi observación de la vida, tenía ganas de narrar la historia de la relación de un hombre maduro con una chica joven'. Escritores como Italo Svevo, Thomas Mann, Nabokov o Marguerite Duras lo han hecho antes, pero Luisa Castro ha querido contar la realidad de la mujer. Para acabar con prejuicios, con la idea de la joven objeto de adoración del hombre, que se aprovecha de él. 'En una relación el amor es igual para todos'. Como la escritora no vivió de esa forma su historia de amor, tenía ganas de contar el otro lado.

La escritora insiste en que en su última obra no hay nada autobiográfico

Personajes en liza

La escritora ha dejado actuar a los personajes. Gaspar es un crítico de arte de 57 años, hijo de la burguesía catalana, patriarcal, que desea volver a sentirse vivo. Julia es una joven escritora de 26, de origen humilde y por la cultura de la que parte, su enemigo natural.

Dos personajes continuamente en liza: uno cree tener siempre la razón y el otro está permanentemente cuestionado. 'El tema que más se explora en la novela es el del chantaje sentimental y el fiasco intelectual. Hay personas que se creen más que otras, no se sabe por qué'.

En la novela no hay nada autobiográfico, insiste Luisa Castro. No es su vida ni sus experiencias, simplemente se acerca a un tema que conoce. Desde su primera novela, hace 16 años, y su primer libro de poemas, hace 22, la autora se ha apoyado en situaciones que ha podido experimentar y ha reflexionado sobre ellas. La segunda mujer no es una excepción.

'Los personajes se pueden identificar con personas de nuestro entorno, pero ni yo soy Julia ni Gaspar es una persona que haya pertenecido a mi entorno. Son proyecciones de unos fantasmas, realidades que están ahí, afloran y salen adelante', zanja.

En esta historia sobre la edad y el amor, Julia lleva las de perder, porque, como comenta la escritora, es ella la que se engaña. No es una novela de tesis, precisa. No culpa a ningún personaje ni a ninguna clase social, únicamente plantea cómo las personas creen estar por encima de sus condicionamientos y no es así.

En La segunda mujer aparece el conflicto entre sentimiento y razón. 'Esta novela habla del dolor que supone tener que usar la razón cuando ya has entregado el corazón para evitar que te destruyan o autodestruirte'.

Adolfo García Ortega, uno de los miembros del jurado del Premio Biblioteca Breve, ha destacado que con una magistral economía de medios, la novela produce un efecto emocional que conecta con muchos lectores. Luisa Castro agradece el interés que el jurado ha mostrado por su novela. 'Cualquier premio empuja el libro hacia el lector'.

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