Las Bolsas sortean dos años de subida ininterrumpida del petróleo
Al mercado le sienta bien un petróleo caro. La lógica haría pensar que se trata de un elemento desestabilizador. Los hechos constatan lo contrario. Un análisis de la evolución del precio del crudo desde 2004 muestra que, salvo en casos puntuales de subidas rápidas en el tiempo, el repunte del petróleo ha venido acompañado de avances en las Bolsas.
Sorprende pensar que un petróleo caro es bueno para las Bolsas. En los últimos meses las subidas verticales del precio del crudo han hecho saltar las alarmas por la amenaza que entraña para la estabilidad de precios y el crecimiento económico. El paso del tiempo, sin embargo, ha dejado claro que estos temores eran infundados.
Los mercados así lo han entendido, y mientras el West Texas ha subido un 91% desde 2004, el Euro Stoxx ha ganado el 38% y el Ibex, un 52%. La explicación: la fortaleza económica.
La economía mundial, lejos de entrar en recesión, crece a un ritmo saludable sin que las empresas dejen generar beneficios, un síntoma de que el consumo tampoco se ha resentido en exceso. 'La principal causa de la subida del precio del petróleo es la buena evolución de la economía mundial y la presión de la demanda. En la década de los ochenta, cuando repuntó el petróleo cayeron las ventas de las empresas y crecieron los costes por la subida de la inflación', explica José Carlos Díez, de Intermoney. 'Esto no ocurre ahora. El IPC y los costes empresariales se han frenado gracias la productividad mundial', añade Díez.
El mercado interpreta la subida del barril como una señal de fortaleza económica
No es una casualidad entonces que los mercados hayan aprendido a convivir con un petróleo por las nubes. 'La subida del precio del petróleo es una señal de fortaleza económica. Cada vez que cae por debajo de 60 dólares la Bolsa lo percibe mal al entender que existe un riesgo de ralentización económica en EE UU que se traslade a nivel mundial. Salvo repuntes puntuales muy fuertes, el mercado lo interpreta bien', comenta Javier Barrio, de Capital Markets.
La subida del precio del petróleo, por tanto, no ha impedido que los principales catalizadores que mueven el mercado lo dejen de hacer. 'Desde 2004 los principales responsables de la valoración de los mercados no se han visto afectados. La economía lo ha hecho bien, los resultados empresariales mejoran y los tipos a largo están bajos. La economía funciona exactamente igual que si no hubiese habido un repunte del petróleo, debido a unos mecanismos que han permitido absorber el shock. Las familias se han podido endeudar más, lo que ha dado liquidez al sistema', comenta Anton Brender, economista jefe de Dexia AM.
Los cierto es que el consumo sigue fuerte y la inflación se mantiene contenida. 'El gran evento que la gente no reconoce es el fenómeno de la globalización. Las economías se están beneficiando del consumo porque los precios son cada vez más bajos', comenta Charles Whall, de Newton Investment Managers, filial de Mellon Global Investments.
'La producción se subcontrata a países como China que importan la materia prima y gracias a unos costes laborales más baratos crean valor para el consumidor', añade Whall. 'Las familias no pierden poder adquisitivo porque la inflación se modera gracias a las importaciones de China', añade Díez.
Las dudas surgen respecto al futuro. 'Siempre que la subida del petróleo sea sostenida el crecimiento económico mundial puede absorber los repuntes. No importa tanto el porcentaje de la subida como la velocidad', comenta Marian Fernández, de Inversis Banco.
El mercado, de hecho, reacciona de manera muy negativa cuando se producen subidas rápidas. En el gráfico se puede ver cómo el fuerte repunte del petróleo en agosto de 2005, coincidiendo con el paso del huracán Katrina, se recibió con ventas.
Un episodio similar al ocurrido en octubre de 2004, después de que una racha de huracanes y tormentas pusieran al descubierto las carencias de la infraestructura en las refinerías de EE UU.
De momento la economía resiste, lo que permite lo que las Bolsas retomen la senda alcista después de esas caídas puntuales. El problema es que los factores de riesgo aumentarán, según los expertos, a medida que los incrementos del petróleo se trasladen con más virulencia al consumidor y las subidas de tipos de interés afecten al bolsillo.
Entretanto, la correlación se ha roto últimamente y la caída del petróleo no se ha visto acompañada de retrocesos en las Bolsas, debido a la euforia generada por los resultados y el repunte de la actividad empresarial.
Estabilizadores. Una inflación contenida y un crecimiento económico sostenido
Inflación contenida. El IPC de enero de EE UU subió el 0,7% hasta el 4% en tasa interanual, mientras que la subyacente creció un 0,2% hasta el 2,1% en tasa interanual. En la zona euro el IPC creció un 2,2% en 2005, datos moderados que los expertos achacan al aumento de productividad.Crecimiento económico. Las últimas estimaciones indican que EE UU creció el 3,5% en 2005. En la zona euro el PIB aumentó el 1,7% en 2005.El consumidor no paga. El precio del petróleo aún no se han trasladado del todo al consumidor final, otra tregua para el mercado. 'Muchas empresas aún no han pasado este incremento de costes. Las aerolíneas empiezan a hacerlo ahora', comenta Charles Whall.Un invierno templado. La demanda de petróleo ha resultado menor a lo previsto gracias a unas temperaturas más moderadas de lo esperado.Aumenta la eficiencia energética. Las empresas han aprendido a fabricar reduciendo la dependencia del uso de petróleo.
Riesgos. Los repuntes verticales del West Texas y un parón de la productividad
Una caída brusca del precio de la vivienda puede tener un efecto negativo si produce un parón en el consumo de créditos. Hasta ahora la subida de precios ha generado un efecto riqueza en las familias que ha inyectado liquidez al sistema. En EE UU, en especial, se ha recurrido a la financiación para el consumo, lo que ha supuesto un mecanismo estabilizador para combatir los repuntes del crudo. 'Hay riesgo de que este mecanismo deje de funcionar si hay otro shock de petróleo en un entorno de subidas de tipos de interés', comenta Anton Brender.Un repunte vertical del precio del petróleo por una restricción de la oferta debido a los problemas de Irán o Nigeria también puede desatar una fuerte caída en los mercados. 'Hay sólo dos millones de barriles diarios extra y hay miedo', comenta Jacobo Peñaranda, de Barclays.Un parón de la productividad mundial o una guerra de precios entre EE UU y China son otros factores de riesgo por el impacto que puedan tener en IPC y PIB.