Intel instala en Gaza un centro tecnológico para los palestinos
El recrudecimiento de la tensión política en Oriente Próximo tras la reciente ascensión al poder de Hamás en Palestina no ha impedido a Intel seguir con sus planes en el país árabe. El mayor fabricante de microprocesadores del mundo mantiene su intención de montar un centro tecnológico en el territorio en un contexto marcado por la petición del Gobierno de Bush de suspender cualquier tipo de ayuda económica a Palestina mientras el grupo radical islamista no renuncie a la violencia.
Chuck Mulloy, portavoz de Intel, ha declarado a un periódico local estadounidense que su compañía no pretende 'reducir la tensión en la zona', pero que la instalación 'puede tener un impacto positivo'. 'Si hablas con los líderes de la Autoridad Palestina, esto es exactamente lo que quieren: desean educación y vías que les lleven a mejorar el bienestar económico de sus ciudadanos'.
El centro es el primer proyecto de Intel en territorio palestino. La iniciativa se lleva a cabo en colaboración con la Universidad de Gaza y la asociación Ayuda Americana para los Refugiados de Oriente Próximo (Anera), con sede en Washington, y pretende mejorar la formación de estudiantes y parados y dar apoyo tecnológico a empresas locales. Según sus promotores, la formación en nuevas tecnologías puede ser muy útil en esta zona del mundo tan castigada, donde el desempleo ha alcanzado el 35% en Gaza y casi dos de cada tres palestinos sobreviven con dos o menos euros diarios, según el informe anual de la Conferencia de Naciones para el Comercio y el Desarrollo (Unctad). El director de Anera, Peter Gubser, asegura que, pese a la inseguridad de la zona, el deseo de Intel de invertir allí podría llevar a otras compañías estadounidenses a seguir sus pasos, según recoge el diario israelí Ynet, que ya se ha hecho eco de la noticia.
Intel asegura que no pretende 'reducir la tensión en la zona', pero que la instalación puede tener un impacto positivo en un área muy castigada económicamente
El nuevo centro se construirá a pocos kilómetros de Gaza, en un área destinada a convertirse en un parque tecnológico si las circunstancias lo permiten. Según la compañía, las obras comenzarán en dos meses y se alargarán durante un año. La inversión estimada es de un millón de dólares y el compromiso es que el staff del centro esté formado principalmente por palestinos.
La presencia del gigante de los chips en Israel tiene más de tres décadas, aunque en años recientes ha hecho incursiones en los países árabes. La noticia de que Intel proveerá a los palestinos de capacitación en el campo de tecnologías de información para acelerar el desarrollo de la industria high tech en una zona gravemente afectada por la desocupación ha empezado a comentarse en algunas webs en internet.
En el sitio Elreloj.com, un espontáneo, algo pesimista, reflexiona: 'Mientras no lo vea, no lo creo'. Pero otros más esperanzados, como una internauta que firma bajo el nombre de Susana, que comenta que el centro de Intel, 'además de proveer de capacitación tecnológica al carenciado pueblo palestino, supone una posibilidad de acercamiento entre los dos pueblos, igual que lo fueron los conciertos del argentino-israelí Daniel Birenboim en Ramala. Es necesario continuar tendiendo puentes entre ambas naciones por difícil que sea y a pesar de la oposición y violencia de fanáticos de un lado y otro'.