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A fondo

Unas cajas con mucha chispa

La incursión de las cajas de ahorros en el sector energético no es casualidad. El rechazo del Banco de España a que compren bancos ha llevado a estas entidades a buscar fórmulas alternativas para encauzar su excedente de capital y al mismo tiempo seguir ganando tamaño. En esta apuesta por las inversiones industriales también ha influido la salida escalonada que han protagonizado los grandes grupos bancarios, más volcados en las adquisiciones en el exterior, del accionariado de las principales compañías españolas.

Aunque hasta ahora habían sido sectores como la construcción, infraestructuras o las telecomunicaciones los que habían despertado el interés de las cajas de ahorros, las expectativas de una inminente reordenación del mapa energético en España, aceleradas tras la opa de Gas Natural sobre Endesa, han dado un vuelco a sus estrategias. Esta apuesta esconde dos objetivos: jugar un papel destacado en el nuevo escenario o, simplemente, obtener jugosos beneficios de unas inversiones que esperan rentabilizar cuando el proceso termine. Muchas cajas manejan en sus escenarios la llegada de grandes grupos internacionales, que ya han mostrado su intención por hacerse un hueco en el mercado ibérico. Y las cajas, no sólo las grandes sino también las medianas, han empezado a tomar posiciones para participar en el reparto del pastel.

Las gallegas Caixa Galicia y Caixanova han señalado que quieren potenciar su presencia en el sector energético, para lo que de momento aguardan en una cómoda posición en Unión Fenosa. Caixa Galicia tiene un 9,9% de la eléctrica y Caixanova, un 4%. Esta última entidad pretende incrementar su participación en Unión Fenosa hasta el 5% 'cuando el mercado lo permita', mientras que Caixa Galicia ha entrado en el mercado portugués, al hacerse con un 4,5% de Galp a través del holding del empresario Americo Amorim. El acuerdo colocará a la entidad en primera línea si se materializara la unión entre la portuguesa Galp y Unión Fenosa. Pero también espera salir victoriosa si Unión Fenosa interviene, como espera, en el reparto de activos tras la opa sobre Endesa.

No son las únicas entidades que están esperando que las piezas del mapa energético empiecen a encajar para mover ficha. La Caja Ahorros del Mediterráneo (CAM) tiene un 4% en Unión Fenosa y CajAstur está en el capital de Hidrocantábrico y la portuguesa EDP.

En Iberdrola, las cajas acaparan un 11,5% del capital de la eléctrica, con la vasca BBK como primer accionista con el 7,5%. Le siguen la sevillana Unicaja con un 1,3% y la valenciana Bancaja, con el 1%. Un núcleo estable que lo completan las cajas de Castilla y León y Levante, con participaciones que oscilan entre el 0,1% y el 0,7%.

Sin embargo, ha sido una gran entidad como La Caixa, la mayor caja del país y el tercer grupo financiero, la que ha destapado la caja de los truenos con la opa de Gas Natural sobre Endesa. La entidad catalana controla el 35,5% de Gas Natural, además del 12,5% de Repsol y el 1% de Endesa. Una operación en la que Caja Madrid tiene mucho que decir. Con un 9% del capital, la entidad ha optado durante todos estos meses por el silencio como respuesta a cuál va a ser su postura en la opa, pero ya se da por ganadora. Caja Madrid acumula en Endesa unas plusvalías latentes de 610 millones de euros, por lo que si decide vender esta participación obtendrá unas más que jugosas ganancias. La otra alternativa sería llegar a un acuerdo con La Caixa, lo que le proporcionaría el control del 6% del grupo resultante.

El propio presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha señalado que su estrategia 'dependerá de cómo quede el sector' tras la opa, aunque también ha insinuado a Gas Natural que debería elevar el precio de la oferta. Lo cierto es que la entidad dispone de 1.200 millones de euros de liquidez todavía para seguir aumentando durante los próximos años su cartera industrial.

Todo este proceso se desarrolla bajo la mirada atenta del Banco de España, que de vez en cuando se encarga de dar un toque de atención a las cajas sobre el excesivo riesgo que están asumiendo en sus inversiones, ya sea en referencia a sus aventuras industriales como sobre su elevada exposición en el sector inmobiliario. 'Si la reordenación en el sector energético se traduce en un mayor peso de algunas cajas en el capital de estas compañías, el Banco de España volverá a recordarnos que tenemos que diversificar nuestras inversiones', afirman fuentes del sector.

Eso si no se cumplen los deseos de buena parte de las entidades, que confían en que con el relevo del actual gobernador -Jaime Caruana finaliza su mandato el próximo junio- desaparezcan algunos de los obstáculos.

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