Sólo grandes constructoras pueden optar al nuevo hospital que licita Castilla-La Mancha
Hoy es el día D para la construcción de lo que será la mayor inversión en obras realizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Se acaba el plazo para que las constructoras presenten la solicitud para construir el nuevo hospital general de Toledo, presupuestado en 370,9 millones. Pero sólo serán elegidas las grandes y las especializadas en este tipo de obras.
Así lo requiere el concurso que ha convocado el Gobierno regional, que ha optado por un proceso restringido. En las condiciones, a las que ha tenido acceso este diario, consta una larga lista de requisitos técnicos y económicos. Y entre ellos, figura tener experiencia en obras 'estrictamente hospitalarias' en los últimos cinco años que hayan tenido un presupuesto de más de 14 millones de euros, sin incluir el IVA.
Además, las constructoras que quieran pujar tendrán que acreditar una facturación global mínima de 1.113 millones (tres veces el presupuesto de licitación) en los últimos tres ejercicios. Este límite de facturación deja fuera a muchas e imita al que estableció el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para la sociedad gestora de la circunvalación M-30 (aunque el mínimo era superior).
Estos y otros requisitos limitan las competidoras a las grandes y medianas especializadas. Las principales, ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL (aliada con Isolux Corsán) mostrarán hoy oficialmente su interés al Gobierno de Castilla-La Mancha.
æpermil;ste, a través de la Empresa Auxiliar de Servicios, Infraestructuras y Asistencia (Esinsa), les comunicará quiénes y cuándo presentarán la oferta. Invitará a hacerlo a un máximo de ocho y un mínimo de cinco.
Este gran hospital incluirá un hotel de pacientes y un área comercial, según explican en el sector.
Lo novedoso es que el hospital será gestionado por la citada sociedad pública que, en una segunda fase, incorporará a un socio privado. El sector aún no conoce las condiciones. Este modelo es el que ha impuesto Ruiz-Gallardón para gestionar la M-30.