Cibeles apuesta por el aire dandi para la mujer más mujer
La delicadeza de Miguel Palacio y la sensualidad de Jesús del Pozo conquistaron al numeroso público que, desde primera hora de la mañana, acudió ayer a Pasarela Cibeles, en lo que fue la tercera jornada de este escaparate del diseño español y en la que parecen asentarse los aires masculinos para la mujer más femenina.
Palacio mostró su buen hacer en una colección en la que dominaron los vestidos ligeros, sobre la rodilla, con amplios escotes y de talles altos, que en las faldas suben casi hasta el pecho.
En su interés por dotar a la mujer de un aire sensual, el negro juega una baza casi única, aunque el diseñador ha iluminado su colección con una difícil variación del verde manzana y con el oro de unos acolchados menos acertados.
La base de la colección que presentó ayer Jesús del Pozo, gira en torno a los volúmenes muy femeninos con prendas muy masculinas para el día. El resultado de esta mezcla es muy interesante y muestra un 'look dandi que, al mismo tiempo, es muy femenino', en opinión del diseñador. Se trata de un juego de opuestos al que, por ejemplo, también acudió Lemoniez en su desfile del lunes. Los colores en los que se basa Jesús del Pozo van desde los diferentes tonos de azules hasta los rojizos, grises metalizados y oro.
En declaraciones a Efe, Del Pozo comentó que lo que le interesa es que 'la mujer esté guapa, cómoda y que se divierta con la moda' a lo que añadió: 'nunca he soportado a la fashion victim, ya que la moda es para pasarlo bien'.
La opinión del diseñador se trasluce en una colección muy femenina, de líneas puras, con unos vestidos que hacen que las mujeres parezcan estilizadas esculturas.
La tarde de ayer fue para Antonio Pernas, quien para el día apostó por los shorts de franela y lana con abrigos con mocasines altos. Asimismo, acudió a lo que ya apunta como la referencia más marcada del próximo invierno, las prendas masculinas en versión lady. El siempre transgresor Davidelfin también ahondó en la estética masculina para mujer y presentó muchas propuestas para hombre con aires de clérigo en unos casos o de la China de Mao en otros. Una vez más, su musa, Bimba Bosé desfiló para él. El cierre lo puso Amaya Arzuaga con una colección llamada Smoke smoking.