Kroes critica a las empresas de energía por la falta de competencia
Hoy, a las 10 de la mañana, los directivos de las grandes empresas energéticas europeas escucharán en el edificio Charlegmane de Bruselas una descripción del sector no por conocida menos lamentable.
Un mercado dividido en parcelas nacionales explotadas por los antiguos operadores dominantes; poca confianza de los consumidores y de las empresas en la justificación de las tarifas que soportan; integración vertical del sector, desde la generación a la distribución final.
Esos son algunos de los hallazgos de la investigación sectorial acometida por la Comisión Europea en junio de 2005 y cuyos resultados preliminares hará públicos hoy la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes. Entre su audiencia se espera la presencia, nada menos, que de los consejeros delegados de Endesa, Rafael Miranda; Eni, Paolo Scaroni; y Centrica, Roy Gardner; así como del director general de æpermil;lectricité de France.
La conferencia de hoy abre un periodo de dos meses durante el que la Comisión Europea se muestra dispuesta a escuchar las alegaciones de todas las partes, desde los nuevos operadores a los consumidores pasando por los sindicatos. Bruselas ya ha dejado claro, sin embargo, que esgrimirá las normas comunitarias de competencia para intentar disciplinar al sector y abrir el mercado.
'Tanto los precios del gas como de la electricidad han aumentado durante el año 2005', señaló la Comisión al iniciar su investigación. 'Los operadores atribuyen esta circunstancia al aumento de los costes y a razones técnicas, pero la Comisión no está convencida de que esa sea la explicación completa'.
Bruselas sospecha que la escalada de tarifas se debe, más bien, a la falta de competencia. Y basa su desconfianza en los siguientes datos: la entrada de nuevos competidores ha sido muy limitada y la concentración del mercado sigue siendo muy alta; los flujos transfronterizos de energía apenas tienen repercusión en la formación de precios; y, según quejas repetidas, los gestores de la red siguen favoreciendo a sus clientes (de generación y producción) de toda la vida.
Para confirmar o disipar sus sospechas, la CE ha enviado cuestionarios (de obligada contestación) a varios cientos de empresas del sector. En electricidad, la investigación ha versado desde la influencia del mercado mayorista en el precio final a las estrategia de las empresas de generación en subastas y suministro. Los productores e importadores de gas, así como los propietarios de la red de distribución, han tenido que explicar los términos de los contratos a largo plazo, los acuerdos de intercambio o las normas de tránsito de un país a otro en los gasoductos.
Bruselas recuerda que de las respuestas de las empresas pueden derivarse expedientes disciplinarios contra alguna de ellas. La CE tiene potestad, en ese caso, para imponer multas de hasta el 10% de la facturación de una compañía si considera probado que ha violado las normas europeas de competencia.
Directivas
La comisaria europea de Competencia ya advirtió el pasado 1 de diciembre que las primeras conclusiones de la investigación arrojaban 'un resultado preocupante'. Bruselas cree que 'si queremos que las directivas de liberalización del sector sean efectivas, hace falta la intervención de las autoridades de competencia'.
Kroes y el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, analizarán, además, el impacto negativo de las exenciones que permiten las actuales directivas. La Comisión teme que los Estados miembros más reacios a la apertura del mercado han optado por una 'adaptación de mínimos' de sus legislaciones nacionales. Bruselas considera 'crucial' que se evite esa disparidad, para que no socave la liberalización de todo el mercado.
En contra de la convivencia de precios libres y regulados
La convivencia de tarifas libres y reguladas en el sector eléctrico, una de las características del mercado español, distorsiona la competencia, según las conclusiones preliminares de la investigación sectorial de la Comisión Europea. 'Las autoridades encargadas de fijar los precios finales pueden verse tentados, sobre todo en épocas de carestía, a fijar las tarifas por debajo de la realidad del mercado', señala la Comisión.La consecuencia, según el organismo comunitario, es que se impide la entrada de nuevos operadores en el mercado o se provoca la salida de los menos afianzados. Bruselas asegura que, durante la investigación, una compañía española se ha quejado sobre esta situación en particular.