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Reserva Federal

Bernanke confirma que continuará subiendo los tipos

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo ayer en el Congreso que, pese a la caída del ritmo de crecimiento del último trimestre de 2005, la economía de EE UU está fuerte y pueden ser necesarias más alzas de tipos para contener los riesgos de la inflación y el sobrecalentamiento.

En su debut público, el primer testimonio semestral sobre el estado de la economía ante la cámara de Representantes, Bernanke se ajustó a la línea marcada por su predecesor, Alan Greenspan en cuestiones de fondo. Bernanke dijo estar de acuerdo con el último comunicado de la Fed cuando se subieron los tipos al 4.5%. En este se afirmaba que podrían ser necesarias más alzas.

Los analistas confirmaron así sus previsiones de que la nueva Fed no se sale del guión ya escrito y en marzo los tipos llegarán al 4,75% y posiblemente al 5% antes de verano. En los mercados apenas hubo reacción porque se descontaba ya la subida.

Esta declaración la hizo después de afirmar que el ritmo de crecimiento de la economía estadounidense 'se mantiene en su línea de crecimiento' a pesar de 'obstáculos significativos' como el incremento de los precios de la energía y la lenta recuperación de las áreas afectadas por el huracán Katrina. Bernanke cree que la desaceleración el último trimestre (1,1%) fue un paréntesis. El presidente de la Fed singularizó dos riesgos para la economía, las presiones inflacionistas por el elevado precio de la energía y la vivienda cuyo mercado puede desacelerarse 'más rápidamente de lo que ahora parece posible'. La vivienda ha sido crucial en el crecimiento y es una incertidumbre saber cómo reaccionarán los consumidores a una ralentización del mercado. Bernanke dice que vigilará de cerca su evolución. Como lo hará con todos los datos ya que según dijo a los congresistas los juicios de la Fed dependerán cada vez más de las cifras que se vayan conociendo día a día. En la formas, hay un nuevo presidente. Como prometió, y a diferencia de Greenspan, Bernanke evitó entrar en política. A pesar de ser empujado, sobre todo por los demócratas, no propuso ni apoyó soluciones para problemas que juzga preocupantes como los déficit ni opinó en profundidad sobre recortes fiscales. 'Es algo que el Congreso tiene que resolver', repitió. Respecto al creciente gasto sanitario, pidió al Congreso que hicieran de este problema una prioridad en su labor legislativa.

'Se nota que es profesor; es muy claro'

Aunque el fondo de su discurso sobre política monetaria ayer era muy parecido al que se oía al maestro Greenspan, ayer quedó muy claro que en la Reserva Federal norteamericana hay un presidente distinto. La primera que lo apreció en público fue la representante demócrata por Nueva York Carolyn Maloney que agradecida dijo 'Se nota que usted ha sido profesor, está siendo usted muy claro'.Maxine Waters, también demócrata de California, le llegó a decir que nadie hablaba como Greenspan, 'pero no queremos que lo haga'. Mientras en la Cámara se hacían estas observaciones con alivio y los senadores agradecían además la rapidez y la concisión en las respuestas, ya que les permitía hacer más preguntas, en el parqué de Wall Street se lamentaba entre bromas que de los tres tipos de inglés que se hablan oficialmente en el mundo, el británico, el americano y el del hasta ahora presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, este último ya había desaparecido.En algunos momentos Bernanke tuvo algunos problemas para poner cierta claridad en sus reflexiones. Ocurrió cuando se le preguntó por cuestiones políticas. A las interpelaciones de Bernard Sanders, representante independiente, sobre su opinión sobre el salario mínimo y la necesidad de subirlo, Bernanke respondió tratando de escabullirse y citando controversias académicas. Más adelante, simplemente repetía que no era su papel valorar políticas que no fueran monetarias.TransparenciaLa claridad en el discurso del nuevo presidente era algo que se esperaba con cierta ansiedad por los analistas, que durante años han estado desentrañando palabra a palabra los mensajes de Greenspan como quien lee runas. 'Si usted cree que me ha entendido es que me he expresado mal', era una máxima atribuida al ex presidente de la Reserva. Los que se habían llegado a acostumbrar a su barroco y oscuro verbo y aceptarlo como 'parte de su trabajo', no obstante ayer oyeron a un nuevo presidente que además habló de transparencia en la labor de la Reserva.Benjamin Bernanke dijo que estaba muy a favor de aumentar la transparencia en la institución que preside, pero recordó que ésta no es una idea nueva y que ya bajo su predecesor se han ido dando pasos en aras a aumentar y es un proceso que el continuará.

Un discutido fichaje para la Reserva Federal

Randal Kroszner y Kevin Warsh se sumarán al consejo de gobernadores de la Reserva Federal si el Senado da su aprobación a estos dos candidatos de George Bush para sustituir dos bajas. Kroszner, de 43 años, es profesor de economía de la Universidad de Chicago, miembro del Consejo de Asesores Económicos desde 2001 a 2003, y una larga lista de publicaciones. ¿Warsh? Abogado de 35 años, ha sido asistente personal de Bush. Ha trabajado en Morgan Stanley pero no tiene doctorado en economía algo que le ha valido la crítica de ex gobernadores y economistas que han sacado a relucir su inexperiencia y conexiones con la Casa Blanca. Warsh está casado con Jane Lauder, nieta de la empresaria Estée Lauder. El padre de Jane, Ronald Lauder, fue embajador en la época de Ronald Reagan y dona dinero al Comité Nacional Republicano.

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