Los grupos europeos eliminan 69.300 empleos desde 2004
Los tiempos duros vuelven a la industria de la automoción. Volkswagen anunció el viernes que aplicará un plan de saneamiento que podrá afectar hasta a 20.000 personas. Esta reestructuración eleva el número total de despidos desde 2004 a 69.300.
Esta cifra se elevaría hasta por encima de los 128.450 puestos de trabajo si se contabilizan todos los recortes laborales llevados a cabo desde 1999, según los datos ofrecidos por las compañías y los que recopila la web especializada Automotive News Europe. Esta cifra supone una reducción del 11,5% con respecto a los 1,12 millones de puestos de trabajo que registraba la industria de la automoción en 1999.
Los argumentos manejados para justificar todos estos procesos de saneamiento son los mismos. La fiera competencia en el mercado europeo; el estancamiento de las ventas, que obliga a rebajar los precios, lo que, a su vez lleva a reducir los costes de fabricación, que además son mucho menores en sus rivales japoneses y coreanos. Este proceso se ha acelerado con la competencia cada vez más fuerte de los países del este de Europa como centros productores.
El ajuste de plantillas se concentra, fundamentalmente, en Alemania, país en el que un obrero cobra de media 2.600 euros al mes (más pagas extras por vacaciones), siete veces más que un trabajador de la misma categoría en Europa del Este. Y encima, trabaja un 10% menos.
Los recortes totales en Europa ascienden a 128.450 empleos desde 1999
En lo que va de año, los dos principales fabricantes del país, Volkswagen y DaimlerChrysler, han anunciado que desaparecerán hasta 26.000 empleos. æpermil;stos se unen a los 12.000 anunciados por Opel en otoño de 2004, aproximadamente 600 de ellos en la planta aragonesa de Figueruelas. La situación es algo distinta en países como Francia. Cerca del 15% de las plantillas conjuntas de los fabricantes instalados en el país vecino son temporales, lo que permite llevar a cabo reducciones y ampliaciones de personal sin grandes traumas, según Automotive News.
La situación no está exenta de paradoja. Una disminución en las plantillas de los constructores de coches provoca, por lo general, un incremento del empleo entre los fabricantes de componentes, que han de asumir el trabajo que queda libre. Así, según cálculos del sindicato alemán IG Metall, 'los puestos de trabajo perdidos entre los fabricantes de piezas originales se añadirá al empleo de la industria de suministradores'. La central calcula que en 2015 se habrán creado 1,3 millones de puestos de trabajo en la industria europea de componentes para el automóvil.
Reducciones en España
En España, las reducciones también se han convertido en moneda común entre los fabricantes de automóviles. La última amenaza se cierne sobre Seat, tras el expediente de regulación de empleo presentado por la matriz, Volkswagen, sobre más de 600 personas.
En conjunto, el sector del motor ha perdido 5.129 puestos de trabajo entre 2000 y 2004 (el último dato disponible), al pasar sus efectivos totales de 329.725 personas hace cinco años a 324.596 empleados, según un informe de CC OO. Entre 2000 y 2004, los fabricantes han reducido su plantilla un 3,7%, lo que supone la eliminación de 9.379 puestos de trabajo. El número de empleos directos a cierre de 2004 asciende a 72.046.
Los grandes de EE UU lideran los recortes
La industria de la automoción en Europa ha aplicado una severa política de recortes en lo que va de siglo. Sin embargo, los dos fabricantes estadounidenses se han convertido en los reyes de la tijera en estos cinco años de milenio. Ford ha realizado varias operaciones de saneamiento en este lapso, las cuales se han llevado por delante los empleos de al menos 59.000 personas. La última de ellas se produjo a principios de este año, cuando la centenaria compañía anunció el despido de hasta 30.000 personas. Su gran rival General Motors se adelantó por escasas semanas y anunció, por su parte, el recorte de unos 25.000 empleos en Norteamérica.El proceso de reestructuración de Chrysler emprendido a principios de la década se cobró los puestos de unas 26.000 personas (el 20% del total), y supuso el cierre de seis fábricas.