Emina Atio 2003, fruta en sazón
Matarromera, Emina y Renacimiento son las tres bodegas que Carlos Moro, alma máter del grupo Matarromera, tiene en la Ribera del Duero, a las que se suman Valdelosfrailes (Cigales) y Vermilion. Empresario inquieto, precisamente tiene en Emina uno de sus más ambiciosos proyectos: la construcción de un centro enoturístico que estará en funcionamiento el próximo mes de marzo.
Emina, creada en 1995 y situada en Valbuena de Duero, sólo elabora tintos monovarietales de tinta del país (la conocida tempranillo adaptada a la zona) a partir de 80 hectáreas de viñedo propio, y todos ellos envejecen en roble americano y/o francés (cuentan con una nave de crianza de 2.300 barricas) ya que no producen vinos jóvenes.
Al Emina crianza y el Prestigio (con 16 meses de barrica), se une el primer vino de pago salido de la bodega, el Atio, que sigue la línea de elaboraciones cercanas al gran público. æpermil;ste de la cosecha de 2003, acaba de aparecer en el mercado. De intenso color, muy cubierto, posee una nariz muy marcada por la fruta madura, casi compotada, con notas lácteas, especiadas y de chocolate aportadas por los 16 meses de crianza en roble francés.
Con una boca cálida, licorosa, tiene estructura y un tanino ligeramente astringente. Final largo y frutal. Precio: 21,75 euros.