Turín se aferra a los Juegos para relanzar su economía
Turín acoge desde hoy y hasta el próximo 26 de febrero la vigésima edición de los Juegos Olímpicos de Invierno. El objetivo de la ciudad piamontesa es que el evento sirva para transformar su economía y dejar atrás su herencia industrial, ligada estrechamente a Fiat.
'La industria por sí sola no basta para mantener el crecimiento', ha reconocido Sergio Chiamparino, alcalde de Turín, en declaraciones recogidas por Bloomberg. 'Necesitamos atraer al turismo, al sector servicios y a compañías de alta tecnología. Fabricar coches es algo que tarde o temprano dejará de hacerse aquí por completo'.
La historia de Turín y de la Fiat han ido de la mano desde que en 1899 el abuelo del mítico Gianni Agnelli fundara la Fabbrica Italiana di Automobili Torino. Esos lazos, aunque debilitados, alcanzan incluso a la cita olímpica. La familia Agnelli, que aún controla un 30% de la compañía, construyó en los años treinta del siglo pasado la estación de Sestriere en los Alpes italianos, donde a partir de hoy se deslizaran los mejores esquiadores del mundo.
El boom de Fiat convirtió a Turín en una de las ciudades más pujantes de Europa en la década de los ochenta cuando su cuota de mercado en Italia alcanzó el 60%. Sin embargo, esta idílica relación se ha truncado en los últimos años. Fiat lucha por salir de una grave crisis en la que se ha visto inmersa por la feroz competencia de sus competidores, principalmente japoneses.
En los años sesenta Fiat daba empleo a 200.000 personas en Turín. Hoy día esa cifra se ha rebajado de forma drástica, hasta 15.000 trabajadores ya que la empresa ha recurrido en gran medida a las deslocalizaciones para producir más barato. Como consecuencia de este declive la tasa de paro en la ciudad se ha situado en el 6%, dos puntos más que el nivel medio en el resto de ciudades del norte de Italia.
Esta situación forzó a las autoridades locales a pujar fuerte por ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno y que éstos, como ya ocurriese en otras citas como en Barcelona en 1992, sean un catalizador para la transformar su economía.
La inversión sólo para la realización de las sedes, sin incluir otros gastos, ha sido de 1.700 millones de euros, los cuales se han cubierto con 3 aportaciones: 1.200 millones de euros por parte del Estado italiano y el resto se ha repartido entre las instituciones territoriales (Región de Piamonte, Provincia de Turín y Ayuntamiento de Turín) y las inversiones privadas.
'Después de los Juegos, el reto será atraer turistas a la ciudad por su interés histórico como lugar de origen de la familia real y sede del primer parlamento del país entre 1861 y 1864', según Chiamparino. El comité organizador prevé que más de un millón de personas visite la ciudad a lo largo de los próximos 15 días y que los ingresos por turismo en la región del Piamonte aumenten un 8,3% hasta los 2.400 millones de euros en 2006 y mantengan un crecimiento del 4% anual en los tres años siguientes.
El Gobierno italiano también ha apostado fuerte por los Juegos. Con una inversión total de 2.300 millones (110 en medidas de seguridad) espera que el evento contribuya con un crecimiento adicional del 0,2% al PIB del país en el periodo 2005-2009.
En el plano de la inversión privada, los tres grandes patrocinadores del evento son Telecom Italia, con 55 millones, Sanpaolo-IMI, 50 millones y la propia Fiat, 40 millones. El fabricante de automóviles confía que los jóvenes se identifiquen con los modelos de Alfa Romeo y Lancia, que serán los coches oficiales para el transporte de los deportistas.
Rienda, la gran y única baza española
El equipo español que competirá en Turín está formado por 16 deportistas (siete hombres y nueve mujeres). Sin embargo, la única con aspiraciones a medalla es María José Rienda.La esquiadora granadina, de 30 años, tendrá su oportunidad el 24 de febrero, día en el que se celebrará el eslalon gigante femenino, su gran especialidad. Serán los cuartos Juegos para Rienda, pero nunca había llegado tan en forma. El pasado fin de semana ganó los dos gigantes de la Copa del Mundo que se disputaron en Ofterschwag (Alemania). Si obtiene una medalla sería el tercer español en lograrlo en unos Juegos de Invierno tras los éxitos de los hermanos Fernández Ochoa, Francisco (oro en Saporo, 72) y Blanca (bronce en Albertville, 92).