El nuevo presidente de Renault alerta del bajo tono de Valladolid
El mercado ya conoce los planes del presidente de Renault, Carlos Ghosn, para el segundo constructor francés de coches. Y no incluyen ni despidos ni cierres de fábricas, tal y como se temían sus 126.000 empleados y, quizá, esperaban los inversores. El objetivo: aumentar las ventas en 800.000 unidades en 2009 y lograr el liderazgo en rentabilidad. Dentro del análisis de eficiencia, consideró el nivel de actividad de la planta de Valladolid, el 40%, como 'preocupante'.
El directivo franco-brasileño-libanés Carlos Ghosn presentó en París el programa Contrato 2009, por el que Renault pretende convertirse en la más rentable del sector en Europa en tres años, con un margen operativo del 6% (2005 se cerró en un 3,2%), y vender 800.000 coches más, hasta llegar a 3,33 millones de unidades ese ejercicio. 'No es una previsión, es un compromiso', sentenció. Esta cifra supone abandonar la guía esbozada en 1998 por Louis Schweitzer de vender cuatro millones de unidades en 2010. 'Ese plan nunca fue un compromiso, sino una ambición'.
'Renault no está en crisis, pero es una empresa frágil, con una imagen de marca que se ha debilitado, una gama estrecha sin presencia en los segmentos de más crecimiento, con unos costes de inversión no competitivos y con escasa concentración en el cliente', resumió Ghosn ante unos 400 periodistas europeos. 'æpermil;ste es el diagnóstico preciso de la compañía, realizado de manera metódica'.
Pese a no ser el principal problema, la compañía abordará también un control para mejorar la eficiencia. Así, los costes de compra se tendrán que reducir en un 14%, otro 12% en los costes de fabricación. Ghosn está descontento, además, con la utilización de la capacidad instalada, actualmente en el 60%. Esta ratio deberá pasar a un 75%.
Valladolid es, precisamente, una de las factorías afectadas. La planta usa el 40% de su potencial, debido a la fría acogida recibida por el Modus. Ghosn señaló que el nivel de actividad de la planta es 'preocupante' y planteó que, en estos casos, una de las alternativas es aumentar el nivel de producción, tal y como prevé el plan Contrato 2009. No obstante, advirtió que el grupo no ocupará artificialmente las plantas y que 'no se pueden tener de forma indefinida' a un nivel de actividad inferior al 40%.
En este sentido, el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, informó ayer de que si el Clio llega finalmente a las instalaciones pucelanas, se mantendrá la cadencia de 560 unidades producidas, si bien 300 de ellas serán del Clio III. 'La llegada del Clio está garantizada si se conceden las subvenciones, se llegan a acuerdos de y se cumple el calendario previsto', explicó. Para que se dé este punto, empresa y sindicatos han de llegar un acuerdo a finales de la semana que viene.
Por su parte, el viceconsejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Rafael Delgado, señaló que es un signo positivo que Renault base la estrategia en el crecimiento de la producción y no en reestructuraciones, informa EP.
La ausencia de despidos o medidas drásticas supuso una pequeña sorpresa para los expertos, teniendo en cuenta que Ghosn reflotó Nissan con nuevos productos, y también con recortes. 'Un directivo no es alguien con doctrinas únicas', afirmó no sin ironía. 'Son dos casos distintos, Renault no necesita reestructuración. Su problema no es de costes -aunque estos son mejorables- sino de ausencia en buena parte de la gama'. Eso sí, Ghosn advierte: 'Si este plan fracasa, habrá reestructuración'. Nissan es hoy la empresa más rentable de la industria.
El problema se solucionará con el lanzamiento de 26 nuevos modelos hasta 2009, la 'mayor ofensiva de producto lanzada' por Renault. 13 serán ampliaciones o sustituciones y la otra mitad supondrá la entrada en nuevos mercados como el de los 4X4, los cross-over (mezcla de todoterreno y turismo), vehículos de nicho y mayor apuesta por la gama alta, con cinco vehículos en un segmento que deberá duplicar las ventas.
Beneficio récord en 2005
El Plan Contrato 2009 eclipsó en buena medida la presentación de resultados del grupo. Renault cerró el ejercicio pasado con un beneficio neto de 3.367 millones de euros, lo que supone un alza del 18,7% con respecto a 2004. La cifra de negocios a perímetro constante creció un discreto 1,9% hasta 41.338 millones. Las ventas totales de Renault, Dacia y Samsung crecieron el 1,7% hasta 2,23 millones de vehículos, si bien las ventas en Europa, su principal mercado, cayeron el 4%.El punto débil de la compañía ha estado, tal y como advirtió a finales del ejercicio, en la rentabilidad. El margen operativo se ha desplomado del 5,2% de 2004 al 3,2%, a causa del estancamiento de las ventas, a lo que se le suman variables como los costes industriales o la inversión en I+D. La división de automoción arroja un margen operativo de 858 millones, un 2,2% de la cifra de negocios, frente al margen de 2.115 millones del ejercicio anterior.Pese a estas caídas, el grupo refleja un importante crecimiento en el beneficio neto debido a la aportación de 2.597 millones de empresas asociadas, gracias a la cada vez mayor aportación de Nissan.