Telefónica tendrá plena libertad para fijar los precios
Por primera vez en 80 años Telefónica será libre para fijar sus precios finales a los clientes. Todavía quedan unos días hasta que la medida sea efectiva, pero significará la supresión de los controles gubernamentales en telefonía fija. La CMT así lo ha decidido, al aprobar sin cambios la propuesta avanzada a finales de octubre.
No ha habido sorpresas. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha aprobado la nueva regulación para el mercado de telefonía fija minorista tal y como la envió a la Comisión Europea, y prácticamente idéntica a como la propuso para su debate en consulta pública a finales de octubre.
Con el visto bueno del consejo de la comisión en la mano, ya sólo quedan unos días -los que medien hasta su publicación en el BOE- para que Telefónica sea totalmente libre en los precios que fija a los clientes finales.
Esta libertad ha sido largamente esperada y ampliamente postergada. Distintos Gobiernos prometieron terminar con los controles, pero nunca lo convirtieron en realidad. Ha sido la CMT la que ha venido a acabar con ellos. Las directrices europeas trasvasaron las competencias desde los Ejecutivos nacionales a los reguladores del sector, y, una vez terminado su análisis, el español ha decidido que es el momento de acabar con la fijación de precios.
Esta medida pone fin a 80 años de control, primero con la imposición directa de las tarifas y, desde 2000, a través del sistema de precios máximos denominado price cap. Una muestra de que el Gobierno ha mantenido el control hasta el último momento es que, todavía hoy, Telefónica tiene sus precios regulados por un price cap, el de 2006, que finalmente va a durar menos de dos meses.
En cuanto la resolución de la CMT se publique en el BOE, el ex monopolio podrá subir sus precios y dejar de adherirse a la exigencia de que este año, según decretó el Gobierno, las tarifas se congelaran. Aunque no está previsto que lo haga, Telefónica podría hacer realidad su gran reivindicación: subir la cuota de abono.
Pero la liberalización de los precios minoristas no significa que Telefónica deje de tener reguladas algunas de sus tarifas. La filosofía que está intentando implantar el regulador pasa por fijar normas en los mercados mayoristas e intentar controlar con ellas el minorista. æpermil;ste se liberaliza porque se considera que existe competencia adecuada y que si, por ejemplo, Telefónica sube la cuota de abono, los clientes pueden irse con un rival.
Vigilancia en el mercado mayorista
Por ello, el alquiler de la red del ex monopolio por parte de otros operadores mantiene su esquema de fijación de precios, al igual que la compartición de sus centrales. Y es que, en la teoría, si las referencias que se determinan en estos casos son las correctas, los rivales de Telefónica podrán replicar todas las iniciativas que adopte el líder del mercado y a éste no le será fácil ser anticompetitivo con los clientes finales.
Por si acaso la teoría no funciona, en la práctica la CMT se ha reservado potestades, aunque todas ellas a posteriori. Es decir, en el pasado Telefónica estaba vigilada antes de dar cualquier paso; ahora se investiga si infringe la ley cuando ya lo ha dado.
Por supuesto, los estrechamientos de precios o las conductas anticompetitivas están prohibidas, como también lo están los empaquetamientos abusivos o injustificados, que no sea replicables a partir de elementos mayoristas por sus competidores. También se vigilarán las cláusulas contractuales abusivas, para evitar que supongan una fidelización excesiva o impliquen exclusividad.
Matices para la geografía
La libertad de precios no es lo único que ha conseguido Telefónica tras el cambio de regulación. La compañía también tendrá más flexibilidad a la hora de presentarse a concursos públicos. Con las antiguas normas, el ex monopolio debía entregar al regulador las ofertas que tenía previsto hacer a este tipo de grandes clientes de forma previa al concurso. Ahora basta con que guarde la información para que la CMT pueda investigar, a posteriori, si hay denuncias.Otra buena noticia para Telefónica es que se elimina el concepto de no discriminación y promediación geográfica. Esto significa que la operadora podrá hacer distintas ofertas adaptadas a los perfiles de los clientes o a las zonas geográficas. Aquí, sin embargo, la libertad no es total. La CMT vigilará 'la discriminación abusiva en términos de precios', aseguró ayer, sobre todo cuando haya diferencias injustificadas en función de la red de destino.