BAA sigue la escalada en Bolsa y desvela un accionariado de grupos financieros
El primer operador de aeropuertos del mundo, BAA, que Ferrovial se plantea comprar siguió encareciéndose ayer. Los títulos subieron un 3,5% y desde el anuncio del grupo de construcción y servicios español el miércoles acumula una revalorización del 19%.
Con estas subidas, la adquisición que Ferrovial planea conjuntamente con otros socios -y que no ha desvelado- llega a un valor de 8.391,4 millones de libras (12.587 millones de euros). Supera en valor a la compañía que controla la familia Del Pino (9.180 millones) y que ayer sufrió un descenso en Bolsa del 2,31%, tras la espectacular subida del 5,8% después de anunciar su intención.
Entre los socios que respaldarán la compra de Ferrovial no se encontrará Macquarie, que ayer dijo oficialmente a Reuters que no ha hecho ningún acercamiento a su socio español para formar parte del consorcio que lanzaría la oferta pública de adquisición (opa).
Si finalmente Ferrovial acomete la compra, controlaría la mayor cartera de aeropuertos del mundo, que incluye los tres primeros aeródromos de Londres, Heathrow, Gatwick y Stansted, además de otros cuatro en el Reino Unido, y más activos en Hungría, Italia, Australia y Estados Unidos.
El anuncio de una posible opa pone en marcha la estricta normativa de comunicaciones que rige en el mercado londinense. La autoridad de los mercados, FSA, obliga a todos los accionistas que tengan un 1% o más a declararlo. Este goteo de comunicaciones destapó un accionariado muy disperso (como se sabía) pero totalmente controlado por grupos financieros que tienen pequeñas participaciones. Así, la gestora de fondos Schroders tiene el 4,75%, los bancos británicos Lloyds TSB y Barclays, un 4,15% y un 4%, respectivamente y las aseguradoras también británicas Prudential y Legal & General casi otro 4% cada una (ver gráfico). Esto facilitaría el éxito de la posible oferta de adquisición.
Defensa ante Ferrovial
Por su parte, el consejo de BAA se dispone a defenderse de una opa, según publicó Financial Times. Aunque formalmente ha mostrado recelos pero no rechazo ante la intención de Ferrovial.
Las incógnitas sobre la operación continúan. Pero también se han desvelado algunos puntos negativos para inversores británicos. Una gestora ligada al fondo Scottish Widows ha cuestionado las actuales condiciones de rentabilidad para los titulares de los bonos de BAA. Estos títulos de deuda han sufrido fuertes descensos tras el anuncio del interés de Ferrovial. Los inversores reclaman cambios en la última emisión de este tipo de deuda.