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Buen gobierno

Botín critica el nuevo código de buen gobierno de la CNMV

El presidente del grupo Santander, Emilio Botín, se sumó ayer a las críticas en contra del Código de Buen Gobierno promovido por la CNMV, al considerar que, tal y como está redactado actualmente, puede poner en 'peligro' la unidad que debe existir en el seno de los consejos de administración de las empresas.

Poco antes de firmar un convenio con la Universidad Politécnica de Madrid, Botín se manifestó 'partidario de la autorregulación' y, por ello, pidió que el código definitivo 'se centre en criterios o pautas generales que las sociedades cotizadas puedan adaptar a sus propias necesidades y características, explicándoselo al mercado'.

Pero a Botín le preocupa no sólo que este código sea demasiado reglamentista sino, sobre todo, que haga peligrar la unidad en el consejo de administración de las empresas, 'en el que todos los consejeros tienen que defender el interés de la compañía y de todos sus accionistas'.

Entre las exigencias del proyecto de Código Unificado de Buen Gobierno, que no será de obligado cumplimiento y que actualmente está en proceso de consulta pública, está la de nombrar a un vicepresidente entre los consejeros independientes, encargado, entre otras cosas, del 'proceso de evaluación del presidente' cuando este último sea el primer ejecutivo de la entidad.

Además, emplaza a los consejeros independientes a que sean especialmente vigilantes con las propuestas que pueden ser contrarias al interés social de la empresa o perjudiquen 'de forma injustificada a los accionistas no representados en el Consejo'.

Estos serían algunos de los aspectos que, a juicio de Botín, podrían romper la unidad dentro del máximo órgano de gobierno de una empresa, puesto que el código parece plantear que unos consejeros gestionan la entidad en su interés y, por el contrario, los independientes son los que deben defender los derechos de los accionistas minoritarios.

El consejo del Santander está compuesto ahora por 18 miembros. De estos, cinco son ejecutivos, entre ellos están Emilio Botín, y su hija Ana Patricia Botín, tres computan como externos dominicales, seis son independientes y los cuatro restantes aparecen en el Informe de gobierno corporativo del banco como 'otros consejeros externos'. Botín no ha sido el único banquero que ha criticado el Código Conthe. En esa misma línea el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, dijo que esta reglamentación es una iniciativa 'en exceso reglamentista' que deja en desventaja a las empresas españolas frente a sus competidoras internacionales.

Ron también criticó que con 'ese intento de controlarlo todo', la CNMV está dando un mensaje de 'desconfianza' sobre los administradores de las sociedades 'que no es bueno'.

El presidente de BBVA, Francisco González, fue más moderado hace una semana en en sus consideraciones al limitarse a pedir a la CNMV que 'las recomendaciones finales estén en línea con la realidad'.

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