Filtros para conjurar el mal de la nieve
La práctica de deportes de invierno sin la protección adecuada para los ojos es una de las primeras fuentes de afecciones oculares, según estudios realizados por diferentes instituto oftalmológicos. Desde el ubicado en Alicante se indica que un 20% de las personas que desarrollan una actividad deportiva en ese medio sufre de algún tipo de enfermedades de los ojos o problemas de la visión. Y es que no es suficiente protegerse de las radiaciones solares, los posibles factores desencadenantes de lesiones son también el frío, el viento, los microcristales, las partículas de nieve y todos estos elementos combinados entre sí.
No obstante, pese a que la protección es compleja por la variedad de elementos que inciden y es preciso protegerse de cada uno de ellos, las radiaciones procedentes del sol suelen ser las más nocivas para esquiadores y alpinistas, según esos estudios. Y es que además la reverberación de la luz y las radiaciones ultravioleta e infrarrojas son más elevadas en la montaña.
En esta línea, el colegio nacional de âpticos Optometristas destaca que la capacidad de los rayos ultravioleta se potencia por el reflejo en la nieve y más en la altura. Las consecuencias de los errores en la protección visual pueden ser importantes (puede ser un elemento promotor de cataratas y provocar cicatrices en las corneas), y aunque no se llegue a los niveles más graves, la oftalmía afecta a un número elevado de personas que practican esquí o actividades similares.
Se trata de una dolencia que consiste en una inflamación de la conjuntiva y de la cornea, con efectos que suelen notarse a las seis u ocho horas de la exposición. Los síntomas, entre otros, son molestias y dolores en los ojos, enrojecimiento, fotofobia y reducción de la agudeza visual. Y para evitar esas patologías, y especialmente en el caso de niños y adolescentes, el citado colegio de ópticos recomienda la utilización de gafas que cuenten con las garantías que exige la CE y evitar, por tanto, la adquisición de lentes que no ofrezcan protecciones avaladas. Las gafas no homologadas pueden producir esos problemas, graves o más leves, sobre todo si se tiene en cuenta que las personas que las usan creen que van protegidas. En este contexto, las tendencias en estos artículos se presentarán en Expoóptica 2006, que se celebrará en Ifema los días 10 al 12 del próximo marzo. Entre otras firmas, expondrán sus novedades Indosol, Essilor o Ic Berlín. Y aunque la seguridad es el elemento predominante, el diseño cuenta asimismo con un hueco importante.
Colores, iluminación y radiaciones
¦bull; Filtros. En general, los filtros (lentes de origen mineral u orgánicos) se dividen en coloreados, fotocromáticos, espejados y polarizados. Sus objetivos son el control de la llegada de las radiaciones nocivas a los ojos y disminuir la intensidad luminosa, sin reducir negativamente los colores. Entre los primeros están los filtros de color marrón, que mejoran los contrastes, y cuyas ventajas hacen que se adapten mejor a los deportes de invierno. Deben controlar además de forma máxima la llegada de radiaciones ultravioleta.¦bull; Índice de protección. La elección del nivel adecuado de seguridad de los filtros (existen cinco categorías en función de la capacidad para controlar las radiaciones) depende, además del medio en el que se desarrolle el deporte, de la actividad en sí, así como de las características de cada persona. Según los ópticos, para los relacionados con la alta montaña es preciso que las gafas estén dentro de la categoría cuatro. Y es que además de filtrar los rayos perniciosos evitan el efecto nocivo de la reflexión de la luz sobre superficies.