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Lunes de los fondos

Apuesta dorada para 2006

El precio del oro se ha duplicado en cinco años, pero aún ofrece buenas expectativas

El precio del oro más que se ha duplicado en los últimos cinco años y cotiza ya por encima de los 570 dólares la onza, nivel que supera ampliamente los máximos alcanzados hacia finales del año 1987, tras el famoso crac bursátil de octubre de aquel año. No hubo recesión económica entonces, que tuvo lugar unos años más tardes a primeros de los noventa, pero el susto fue extraordinario, ya que el 19 de octubre el índice Dow Jones Industrials experimentó la segunda mayor caída de la historia registrada en una sólo jornada. En concreto, el índice perdió ese día un 22,61% de su valor, porcentaje sólo superado ligeramente en la historia del índice bursátil más emblemático, en un lejano día del año 1914.

Los tiempos cambian, aducen algunos, pero los fundamentales económicos y financieros en realidad siguen siendo influidos por las mismas causas y suelen manifestarse de similar manera. La cotización del oro, una vez eliminada su convertibilidad con el dólar hace ya 35 años, ha tratado de ser ligada a la evolución de la inflación, la evolución macroeconómica o la propia cotización del billete verde.

La teoría dice que cuando las presiones inflacionistas se recrudecen, el metal precioso se beneficia, como activo con valor intrínseco que protege contra esas subidas de precios. Asimismo, venía siendo comúnmente aceptado que el dólar y el oro estaban inversamente correlacionados y que cuando la divisa norteamericana se depreciaba con respecto a las principales monedas la cotización del oro subía y a la inversa. Sin embargo, en los últimos años hemos visto movimientos que han puesto en tela de juicio estas asunciones. Desde 2001 la inflación se ha mantenido básicamente controlada pero el oro no ha hecho más que subir. A pesar de que la cotización ha superado incluso los máximos de los últimos 25 años, hay expertos que sitúan el precio de la onza por encima de los 600 dólares para finales del ejercicio.

Por otro lado, la teoría del dólar parecía estar funcionado más o menos en el mercado hasta que en el pasado ejercicio el billete verde, inesperadamente, disfrutó de una fuerte apreciación; pero el oro no sólo no bajó sino que continuó con su escalada de precios.

La relación con los ciclos y coyunturas económicos históricamente parece más difícil de establecer con precisión. La aparición de problemas económicos o noticias negativas puntuales que puedan afectar la marcha de la economía suelen ser recibidas instintivamente con compras del metal dorado pero la conexión entre debilitamiento económico o incluso recesión con el precio del oro resulta más difusa.

En los últimos dos meses se viene hablando con profusión del significado que la curva de tipos de interés estadounidense invertida pueda tener en el contexto económico y financiero. Se habla de las causas que mueven y los posibles efectos del hecho de que las tipos de interés a corto plazo puedan superar pronto de nuevo los rendimientos de los bonos a largo plazo. Bastantes analistas discrepan de la conclusión de que ello sea un indicativo de problemas económicos o recesión en un futuro cercano, y la prueba es que la confianza en el comportamiento de los mercados bursátiles sigue siendo elevada.

Sin embargo, al mismo tiempo parece poco plausible explicar el comportamiento del metal precioso en los últimos meses, sólo bajo la visión de movimientos especulativos y una mejora de la relación oferta y demanda.

Por ello, dedicar un pequeño porcentaje de la cartera a activos relacionados con el oro parece una opción aconsejable, a pesar de las grandes subidas ya acumuladas. Los fondos de inversión que compran acciones de compañías mineras de extracción y producción de oro es quizás la mejor vía para realizar esta apuesta.

La categoría de fondos Lipper Renta Variable Sector Metales Preciosos fue la estrella del pasado mes de enero con una ganancia media del 15,86%. Aunque una recomendación general bastante sabia en el mundo de la inversión suele ser la de vender aquello muy 'caliente' y comprar lo 'frío', puede que en este caso quede recorrido para este tipo de fondos. Share Gold Cap de la gestora Bearbull, MLIIF World Gold de Merrill Lynch y SGAM Equities Gold Mines de Société Générale son las opciones disponibles para el inversor español que quiera apostar por este tipo de activo.

Análisis: Valor para el metal precioso

¦bull; El precio del oro llegó a cotizar a más de 800 dólares por onza a principios de 1980, tras una fulgurante subida desde que se le dejo fluctuar libremente en 1975.

¦bull; La posibilidad de que veamos precios superiores a los 600 dólares, nivel que bastantes analistas están manejando, no parece en absoluto improbable.

¦bull; El aumento del precio del oro y otros metales tendría reflejo inmediato en los beneficios de las compañías mineras y, consecuentemente, en sus precios en Bolsa.

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