Una filosofía práctica y cercana

Recuperar la función terapéutica de la filosofía, sin respuestas simples pero con una clara vocación práctica, es el objetivo de La sabiduría recobrada (2002), de Mónica Cavallé, que acaba de reeditar Martínez Roca. El libro relata la evolución de la filosofía occidental, a través de la cual la autora explica por qué ha perdido su espíritu de utilidad y por qué la gente la ve 'con miedo, con distancia'.

Cavallé sostiene que en occidente se fue imponiendo poco a poco la filosofía especulativa, teórica, la que se preocupa más por su propia coherencia que por explicar el mundo. 'Este tipo de pensamiento es necesario, y tiene su función y su lugar', añade, pero defiende que no se olvide la filosofía entendida 'como arte de vida, que es la que ha predominado en oriente', y a la que llama 'sabiduría' en el libro por claridad expresiva.

'Hoy', según la filósofa, 'hay un enriquecimiento mutuo entre los dos mundos. Oriente está mirando a occidente por su dominio del mundo material, y occidente quiere aprender de oriente su capacidad para la búsqueda de valores'.

'En nuestra sociedad todo se subordina al dinero, que de ser un medio se convierte en un fin'. No se trata de desechar el sistema como tal, dice Cavallé, puesto que también 'es fundamental la prosperidad económica' para que la gente tenga tiempo para el ocio y para pensar. 'El error es que se tome como valor absoluto'.

Después de un principio más descriptivo, la segunda parte de la obra ('que se puede leer independientemente') explica conceptos básicos de corrientes de pensamiento como el taoísmo. También dedica tiempo a varias figuras del pensamiento occidental que se salieron de la corriente dominante. Cavallé reivindica al presocrático Heráclito, llamado 'el oscuro' en su tiempo, por hablar con aforismos y paradojas, y al danés Soren Kierkegaard, sin olvidar a los estoicos (Epicteto y Marco Aurelio) y a Friedrich Nietzsche.

Salpicando a las citas de clásicos, la autora da pistas de cómo utilizar esta filosofía transformadora para enfrentarse a problemas cotidianos, como la ansiedad o la inseguridad. 'Solo es un libro de autoayuda en el sentido de que pretende ayudar, pero no da recetas', asegura Cavallé. La sabiduría recobrada no es una colección de cuentos, o de ejemplos, aunque también los hay.

'Escritores como Herman Hesse o Aldoux Huxley, y científicos como Einstein pueden considerarse filósofos, sin duda', afirma la autora. 'Sabio es todo aquel que haga una profunda reflexión sobre su propio conocimiento'.

La sabiduría recobrada, que cuesta 16 euros, fue publicada inicialmente por Oberón y saltó a los periódicos en octubre pasado, cuando el escritor superventas Jorge Bucay reconoció que 60 páginas de su libro Shimriti estaban copiadas del texto de Cavallé. El asunto se resolvió fuera de los tribunales, y con una disculpa pública de Bucay.

Cavallé también es autora de La filosofía, maestra de vida (Aguilar, 2004).

Conceptos profundos y dilemas universales

Enfrentarse a la ansiedad puede ser más llevadero recurriendo a conceptos como el testigo, de la tradición vedanta de la India, explicado en La sabiduría recobrada. Si en vez de identificarnos con la sensación ('soy ansioso'), simplemente la vivimos como algo nuestro, algo con lo que vivir ('tengo ansiedad'), la ansiedad perderá fuerza, prevé el libro.Los asesores filosóficos utilizan éste y otros conceptos para ayudar a sus clientes a 'aclarar su filosofía personal', y cuestiones como 'quiénes son y cuál es su función en la vida', explica Mónica Cavallé, presidenta de la asociación que los agrupa. 'No tiene un enfoque clínico', subraya. Los asesores filosóficos insisten en diferenciar los 'problemas' de las 'enfermedades', y creen que se recurre equivocadamente a psicólogos para resolver dilemas universales. Una sesión filosófica puede costar entre 40 y 50 euros.