ACS y OHL copan el 24 % de la obra licitada en un año por Fomento
Los gigantes de la construcción se hicieron con la mayor parte del pastel de obras del Ministerio de Fomento. ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL ganaron el 52% de las adjudicaciones de carreteras, ferrocarril, puertos y aeropuertos del Estado el año pasado. Y volvieron a aumentar la brecha con las empresas medianas. Dos compañías, ACS y OHL, ganaron de lejos al resto al lograr el 24%
La mayor y la más pequeña de las constructoras cotizadas, ACS y OHL, dieron la campanada el año pasado. Casi la cuarta parte de las adjudicaciones fueron a parar a estos dos grupos. Si bien, el verdadero salto lo ha protagonizado OHL, que ha pasado de tener una cuota menor al 3% en las obras de Fomento (la última en el ranking de las grandes del sector) a colocarse en segundo puesto con el 9% del volumen adjudicado (7.464 millones) según las cifras registradas.
La constructora que controla el Grupo Villar Mir ha experimentado una subida exponencial en todas las infraestructuras que adjudica el ministerio: carreteras, aeropuertos, ferrocarril y puertos. En ello puede influir el dinamismo del grupo que preside Juan Miguel Villar Mir a la hora de presentarse y competir por los concursos del ministerio más inversor.
Pero es en las obras de puertos (1.737 millones) donde se aprecia un avance cuantitativo más importante para el grupo. Logró el 18% de lo adjudicado cuando el año anterior rondó el 5%. Y en este dato influye el peso del puerto de A Coruña, una de los contratos más importantes en este tipo de infraestructuras, que lograron OHL (a través de su división Sato) y Dragados, filial de ACS. Aunque también es cierto que el año pasado hubo más tarta a repartir porque las obras otorgadas triplicaron su importe.
El grupo de Villar Mir escala puestos de golpe. FCC se mantiene en carreteras y Sacyr en ferrocarril
El balance para ACS es que, un año más, sigue en cabeza por volumen de contratos ganados, con una cuota que casi duplica la del siguiente, OHL. El grupo de construcción y servicios que preside Florentino Pérez, sin embargo, ha cedido algo más de un punto con respecto a la cuota de 2004. Y lo ha notado, sobre todo, en contratos de ferrocarril que adjudica el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), 2.311 millones, en los que pasó de tener un peso del 18% al 7%. La mayor competencia general pasa factura.
Si bien, en puertos sigue barriendo a través de su filial Dragados y el año pasado copó el 35%, a larga distancia del resto de grandes rivales.
En cuanto a las demás y en orden de tamaño, FCC baja en cuota global, aunque la refuerza en las obras de aeropuertos (en total, 740 millones), donde pasa del 1% al 8% al multiplicar por cuatro el volumen que se ha adjudicado (35 millones).
Mientras, Acciona sube puestos en general con respecto a 2004 tras lograr el 23% de las adjudicaciones de AENA, la autoridad aeroportuaria. Sacyr, por su parte, desciende en el ranking pero es la primera en obras ferroviarias y da el salto en puertos, donde el año pasado se hizo con el 5% frente a cero contratos en el haber de 2004.
Aunque las clasificaciones de los competidores en las distintas obras de Fomento pueden fluctuar de un año a otro según los grandes contratos que consiga cada empresa, tanto las grandes como las de menor tamaño se beneficiaron de un mayor ritmo de contratación de Fomento. Tras un 2004, año del cambio de Gobierno, con tímidos avances, 2005 ha ido a plena máquina, a decir del sector. Las cifras del cierre de año que dio la semana pasada la patronal de las grandes, Seopan, lo demuestran, aunque son las de licitación no de contratos adjudicados. El Ministerio de Fomento licitó obras por 9.603,7 millones el año pasado, un 14,40% más respecto al año anterior. Carreteras y ferrocarril se llevaron la mayor inversión.
Pero ha habido una modificación sustancial. Si en 2004, las empresas medianas y pequeñas lograron arrebatar a las grandes la mayor parte de las adjudicaciones (más del 51%) el año pasado, las de mayor tamaño han vuelto a ganar terreno. Tras arañar tres puntos a la numerosa red de compañías de menor tamaño que cada vez son más competitivas, se hacen con el 52% de la tarta.
En carreteras, el paquete más voluminoso (2.677 millones adjudicados en total), las medianas y pequeñas ganaron ampliamente, con un 56% de lo contratado.
Lo cierto es que la brecha de tamaño entre las cotizadas y el resto sigue siendo abismal, pero no la de la competencia por el negocio cada vez es más estrecha. Grandes y medianas pujan por los mismos contratos de AVE o de AENA. Aunque en ocasiones, estas últimas se ven obligadas a aliarse con aquellas para poder entrar en obras de gran magnitud. Y al revés en obras locales y autonómicas. En territorios como el País Vasco, la Comunidad Valenciana o zonas de Andalucía, las gigantes tienen complicado entrar si no se asocian a una empresa local.
PERSPECTIVAS. El año comienza fuerte con contratos de AVE por casi 1.000 millones
El ferrocarril se proclamó estrella en el plan de infraestructuras que ha diseñado el Ministerio de Fomento para los próximos 15 años. Y este ejercicio ya da muestras de que serán las infraestructuras que acumulen más inversiones del Estado. En menos de un mes, el Adif, la autoridad ferroviaria, ha adjudicado obras por 811 millones.Por un lado, Ferrovial, la andaluza Azvi y la catalana Comsa han ganado contratos por 336 millones en los AVE que unen la capital con Barcelona, Valladolid y Levante, además del Eje Atlántico que cruzará Galicia. A este paquete se unió poco después la adjudicación a FCC, Ferrovial y Sacyr Vallehermoso de varios contratos por 460 millones. El más voluminoso, por 323 millones por un tramo del AVE a Levante en Valencia, se lo llevó la constructora que controla Esther Koplowitz. Ferrovial logró otro del Eje Atlántico en A Coruña, por 62 millones y Sacyr otro del mismo AVE por 76 millones.Una obra simbólica dentro de las líneas de alta velocidad será, sin duda, la de la adaptación de la estación de Sants en Barcelona a la llegada del AVE por 121 millones y por la que ya compiten las grandes constructoras (ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL), además de otras como Isolux Corsán.El cambio de los pliegos (modelo de contrato) para pujar por estas obras, aprobado en agosto, ha obligado a las constructoras en general a mesurar las pujas a la baja. Llegaban a rebajas medias del 30% sobre el presupuesto, algo nunca visto. Ahora el peso de la oferta técnica y la económica se compensa más.
MEDIANAS. Ploder, ya con 300 millones en ingresos, explota la vía de las carreteras
Las constructoras medianas tienen poco de mediano si se las compara con compañías de otros sectores menos pujantes. A pesar de la gran distancia en tamaño que les separa de los gigantes del ladrillo, cada vez amplían más el negocio aledaño a la construcción.Como muestra, la empresa de capital familiar Ploder, apuesta por una mayor diversificación sin renunciar a estar en los grandes contratos del sector. Además de construir con socios la cuarta pista del aeropuerto de Barajas, cuenta con una amplia trayectoria en obras de los AVE a Barcelona, Valladolid, Levante y Málaga.Con unos ingresos que rondan los 300 millones al cierre del año pasado y la previsión de seguir creciendo a ritmos del 10%, Ploder se refuerza en el vagón de las medianas. La diversificación es 'una apuesta firme', explica José Manuel Escámez, que ha tomado recientemente las riendas como director general.Las concesiones de autopistas son una vía para explotar a través de su filial Idissa. Cuenta con la autopista Cartagena-Vera-Almería que prevé inaugurar en la segunda mitad de este año y gestionará durante 40 años. Hace algo más de una semana vendió el 10% de la Autopista Central Gallega a FCC por 14 millones que invertirá para crecer. Aspira a ganar más negocio en carreteras. La construcción de nuevas vías y, sobre todo, la conservación de las autovías más antiguas de la red nacional (una tarta de 2.000 millones) están en la agenda. En este negocio, atesora la experiencia en varios contratos en Murcia, Castellón, Ciudad Real y la Comunidad de Madrid.