Bruselas frena la llegada del móvil virtual a España
La comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, considera que España no ha demostrado la necesidad de autorizar operadores virtuales de telefonía móvil. Reding se niega a dar luz verde el próximo lunes a esa propuesta de la CMT. La titular de Competencia, Neelie Kroes, prefiere respetar el criterio de las autoridades españolas. El enfrentamiento entre ambas comisarias puede retrasar dos meses más el veredicto definitivo.
El centenar largo de compañías que aspiran a convertirse en España en operadores virtuales de telefonía móvil deberán todavía esperar. A menos de 48 horas hábiles para que expire el plazo en que debía pronunciarse la Comisión Europea sobre esa novedad del mercado español, las dos comisarias involucradas en el expediente mantienen serias discrepancias sobre el imprescindible veredicto comunitario.
La titular de Competencia, Neelie Kroes, que lidera la investigación iniciada el pasado 30 de diciembre, se muestra favorable a dar el visto bueno a las medidas que quiere adoptar el regulador español. Pero Viviane Reding, responsable de Sociedad de la Información y, por tanto, máxima referencia política en la regulación del sector, no parece convencida de los argumentos aportados por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
El organismo presidido por Reinaldo Rodríguez basa su autorización de operadores virtuales (los que no tienen red propia pero ofrecen el servicio a través de la infraestructura alquilada a otras compañías) en un análisis de mercado que atribuye una posición conjunta de dominio a las únicas empresas del sector: Telefónica Móviles, Vodafone y Amena.
El argumento no ha convencido en la CE, que ya ha comprobado por sí misma lo difícil que resulta demostrar ante un juez ese presunto dominio compartido de un mercado.
Aun así, la dirección general de Competencia, que perdió el caso sobre el veto a la fusión de Airtours y First Choice por utilizar erróneamente esa teoría, quiere inhibirse ante el riesgo legal que correrá la CMT. Fuentes comunitarias consideran improbable que el regulador español pudiera derrotar un recurso de las tres grandes compañías contra la autorización de operadores virtuales. Pero Competencia prefiere no inmiscuirse en un caso que sólo afecta a un mercado nacional.
Reding no comparte esa indiferencia. La comisaria responsable de la aplicación de la nueva regulación comunitaria de telecomunicaciones quiere someter la propuesta de la CMT a una investigación exhaustiva de otros dos meses. Si al final del proceso la CMT no consigue convencer a la comisaria, Bruselas puede vetar la autorización española de operadores virtuales.
El equipo de Reding porfía en que sus objeciones no tienen nada que ver con la discreta reunión que la comisaria mantuvo el pasado martes en su despacho con el presidente de Telefónica, César Alierta. Prefieren relacionar sus dudas con una supuesta falta de base económica para la decisión de la CMT.
El regulador español, en el informe remitido a Bruselas, acusa a las tres compañías del sector de reservarse el mercado 'manteniendo el modelo que han desarrollado y los niveles tan altos de rentabilidad sin la amenaza de nuevos competidores'. La CMT cita como prueba un informe de la propia Comisión Europea (octubre 2004) cuya conclusión es que 'el precio en España de los servicios de telefonía móvil es superior a la media europea, a excepción de la cesta con perfil de bajo consumo de tráfico, en el cual es inferior a la media europea'. A pesar de esto, Bruselas cree que España debe seguir siendo uno de los pocos países de la UE sin operadores virtuales.
Veto. Tres reguladores ya han tenido que renunciar a tomar medidas
El veto comunitario que amenaza a la propuesta de la CMT de autorizar operadores virtuales de móvil ya se ha utilizado en, al menos, cuatro ocasiones.Los reguladores de Alemania, Austria y Finlandia (en dos casos) han tenido que retirar, a la vista de las objeciones de la Comisión Europea, medidas con las que pretendían incentivar la competencia en sus mercados de telecomunicaciones.Fallos de metodología y conclusiones poco probadas han sido las dos principales causas que Bruselas ha aducido para obligar a los reguladores a renunciar a sus proyectos de decisiones.La Comisión Europea dispone de este poder de veto en virtud de la nueva regulación de telecomunicaciones aprobada en 2002. Desde su entrada en vigor, Bruselas ha aprobado la mayoría de las medidas propuestas por las autoridades nacionales durante la primera fase de investigación (de un mes de duración).Bruselas ya ha respaldado en un país, Irlanda, la autorización de operadores virtuales de telefonía móvil. En Francia consideró innecesaria la autorización expresa porque ya existían más de una docena de ese tipo de operadores.