Un escáner revoluciona el diagnóstico cardiovascular
Ruber Internacional implanta una unidad para prevenir infartos
La tecnología médica al servicio del corazón no ha dejado de avanzar en la última década para ofrecer un diagnóstico más fiable de la enfermedad coronaria y sus secuelas. El reto de la industria se ha centrado en la creación de aparatos de alta resolución capaces de afinar en el pronóstico y evitar técnicas de detección invasivas, como el cateterismo, o innecesarias.
No ha sido un empeño fácil. El corazón es un órgano que está en continuo movimiento, y las arterias coronarias cambian de diámetro en relación con el cliclo cardiaco. La dificultad para captar imágenes fiables aconsejaba, pues, introducir una sonda por la vena (catéter) para acertar en el diagnóstico.
Hace tiempo que el escáner (rayos X) y la resonancia magnética habían demostrado, puestos al servicio del corazón, su utilidad en la detección de las enfermedades cardiacas, pero el desafío estaba en lograr una imagen cierta y fiable del órgano vital. Se necesitaba un escáner lo suficientemente potente como para permitir rebajar el número de apneas necesarias para captar una foto fija. Los aparatos en circulación obligan a retener la respiración durante 20 segundos, lo que no siempre es fácil para un enfermo.
La industria ha logrado ya la potencia que demandaban los médicos. Es el TAC (escáner) de 64 detectores. Con este nuevo aparato sólo son necesarios cinco latidos cardiacos y 7-9 segundos de apnea para reconstruir el árbol coronario.
Será cuestión de tiempo que el Sistema Nacional de Salud lo incorpore a los hospitales de la red pública. Actualmente sólo los pacientes del Hospital Xanit de Benalmádena, el Hospital General de Valencia, el Policlínico de Guipúzcoa, La Paz, Cruz Blanca de Barcelona, Valle de Hebrón, también en Cataluña, y Ruber Internacional pueden beneficiarse del avance.
Este último centro, además, ha decidido sumar al escáner las prestaciones de su resonancia magnética (un aparato de tres deslas) y crear una Unidad de Diagnóstico Cardiovascular no Invasivo, donde radiólogos y cardiólogos se darán la mano para afinar en las terapias cardiovasculares.
La unión de estas dos tecnologías permitirá, entre otras cosas, obtener en pocos minutos y de forma no invasiva un diagnóstico rápido de la dolencia que padece un enfermo que llega por urgencias con molestias en el pecho: embolia pulmonar, disección aórtica o afección coronaria. También podrán realizarse chequeos coronarios, a un precio de 1.200 euros.
¿Sustituirá el TAC al cateterismo? El doctor José Luis Zamorano, responsable de este nuevo servicio, aventura un aumento de esta técnica tradicional. 'A partir de ahora podremos detectar antes y mejor la placa, y eso obligará a limpiar la arteria con una sonda. Sólo lo evitaremos cuando la máquina demuestre que no hay enfermedad coronaria, o aconseje poner un by-pass'.
Cardiopatías y cáncer. La tecnología para adelantarse a la enfermedad
Pacientes de riesgo. Bien por sus factores personales -diabetes, colesterol, hipertensión-o por tener antecedentes familiares. Con esta nueva tecnología, se puede detectar y predecir la posibilidad de un evento cardiovascular en un futuro no muy lejano.Enfermos coronarios. Aquellos pacientes que han tenido un infarto o una angina de pecho y que a pesar de seguir un tratamiento adecuado manifiestan algún síntoma. En estos casos, la posibilidad de tener que realizar un cateterismo invasivo es alto. Con este nuevo aparato puede detectarse el problema y, o bien descartar una intervención o bien realizar directamente un by-pass.Pacientes con valvulopatía. A estos enfermos suele ser necesario realizarles un cateterismo para descartar enfermedad coronaria, además de su valvulopatía. El TAC multicorte puede sustituir esta prueba invasiva.Aplicaciones no vasculares. El escáner de 64 detectores podrá realizar colonoscopias virtuales y observar con enorme precisión los nódulos de pulmón. Será muy eficaz en la detección de cáncer de colon y de pulmón.
Visualizar la grasa, el reto de la industria
El gran reto de la industria está en estos momentos en fabricar un aparato capaz de conocer la composición de la placa de ateroma que obstruye las arterias y da lugar a los temidos episodios cardiacos. Conocer su composición y traducirla en imágenes. No es sencillo, desde luego. Pero ahorraría un montón de dinero al SNS y paliaría la incertidumbre de los enfermos. El tratamiento podría ser mucho más certero e individual.