Subida de los impuestos especiales y creación de tributos 'verdes'
La tercera pata de la reforma fiscal que estudia hoy el Gobierno, y que tendrá un desarrollo más lento en los próximos años, es la fiscalidad ecológica o verde. En esta materia el Gobierno pretende elevar los impuestos especiales sobre el tabaco, alcohol y consumo de carburantes, aunque las subidas no serían inmediatas, y siempre con la negociación previa con las comunidades autónomas. En el caso del tabaco podría crearse un impuesto adicional para frenar el consumo de cajetillas de bajo coste, que se ha disparado en los últimos meses por las subidas de precios.
El Gobierno pretende abrir un debate general sobre la fiscalidad verde o ecológica con las comunidades autónomas, para ordenar las figuras existentes ahora y poner el acento en aquellas actividades más contaminantes, y menos respetuosas con el medio ambiente. Por ello, la definición previo de los niveles de responsabilidad fiscal son básicos para determinar qué parte de esta nueva fiscalidad debe ser aplicada por cada administración tributaria.
Dado que España se ha comprometido con la comunidad internacional a controlar las emisiones contaminantes (protocolo de Kioto), el Gobierno considera que es necesaria la implantación de un esquema tributario que permita internalizar la incidencia negativa que las actividades contaminantes tienen en la sociedad. Se contribuye así a la mejora del bienestar económico, conjugando el incentivo al uso racional de los recursos naturales con el desarrollo de tecnologías energéticas.
Hidrocarburos
En el caso del impuesto especial sobre hidrocarburos, el Gobierno tiene un amplio margen para elevar el tributo. El gravamen actual se encuentra por debajo del mínimo exigido por la Unión Europea, por lo España deberá subir el tributo en los próximos dos años.