El nuevo IRPF tendrá sólo cuatro tramos y elevará el mínimo exento
La reforma del IRPF que estudiará hoy el Gobierno en Consejo de Ministros rebajará de cinco a cuatro el número de tramos de gravamen, con un tipo marginal máximo que pasará del 45% actual al 43% ó 42%, y un tipo mínimo que quedará probablemente intacto en el 15%, aunque con un considerable aumento de la renta exenta de tributación.
El anteproyecto de ley de reforma del impuesto sobre la renta que ha diseñado el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pedro Solbes, dista mucho de la reforma radical que en un principio se deseaba aprobar por parte de algunos miembros del Gobierno.
Solbes ha apostado, finalmente, por 'cambios graduales en el tributo' que no supongan una merma de recaudación tributaria ante las fuertes previsiones de gasto para años venideros, entre ellos la puesta en marcha del proyecto de ley de dependencia, para el que el gobierno ya ha comprometido el equivalente al 1% del PIB anual, a partir de 2012.
Después de muchas discusiones, que contemplaban, incluso la fijación de un tipo único de gravamen, en el entorno del 30%, Hacienda se ha decidido por un recorte mínimo sobre los cinco tramos actuales. Finalmente, el número de tramos se reducirá a cuatro, permitiendo, eso sí el alargamiento de los que quedan.
El tipo marginal mínimo queda, probablemente, en el 15% pese a que, en un principio, se había estudiado la posibilidad de recortarlo dos puntos, hasta el 13%. Para compensar a los contribuyentes con menores rentas, sobre todo las del trabajo, el Ministerio de Hacienda ha previsto elevar considerablemente el mínimo exento desde los 3.400 euros actuales. En un principio se pensó colocarlo en torno a los 10.000 euros anuales, 'aunque no se llegará a esa cuantía', según admiten a Cinco Días en fuentes de la administración. El tipo marginal máximo, situado en el 45% a partir de los 46.000 euros, se recortará al '42% ó 43%'. Queda, así, a medio camino del 40% previsto inicialmente, y solicitado también por los principales institutos de análisis económico para acercarlo a la media comunitaria. Los tipos marginales intermedios (ahora 24%, 28% y 37%), sufrirán una leve modificación al eliminarse un tramo de gravamen.
El Gobierno desea que el coste de la reforma para las arcas de Hacienda sea el mínimo posible, situándose en torno a los 3.000 millones de euros. La reforma entrará en vigor en enero de 2007 y se pondrá en práctica en la campaña de renta del año 2008, aunque el reflejo en las retenciones salariales que se practican en las empresas se verá ya un año antes, en 2007. La intención del Gobierno es remitir mañana el texto a los respectivos órganos consultivos, para someterlo a información pública, antes de que sea definitivamente aprobado dentro de dos o tres semanas.
Los hijos deducirán en función de la renta familiar
Uno de los aspectos que serán modificados en el nuevo IRPF es el tratamiento de las deducciones por ascendientes y descendientes a cargo, ahora incluidas en el llamado 'mínimo vital', en la base imponible del impuesto. El Gobierno busca que los beneficios fiscales por dichas circunstancias tengan un cierto carácter de progresividad. Por tanto, variará estas deducciones. Para ello contempla llevarlas a la cuota del impuesto (con lo que adquieren una cierta progresividad según la escala de gravamen del tributo) o, bien, establecer un mayor incentivo en la base a los contribuyentes con menores rentas. Solbes desvelará la opción elegida hoy tras el Consejo de Ministros.
La deducción en vivienda se extiende al inquilino
La deducción fiscal por adquisición de vivienda habitual se mantendrá igual que ahora, en términos generales. Ha pesado sobremanera el elevado número de contribuyentes afectados (casi cinco millones según la última memoria tributaria) y el 'fuerte arraigo de la misma en los planes de ahorro (se contemplan 3.300 millones de beneficios fiscales en 2006) de las familias', según indica el Ministerio de Hacienda. Así, se mantendrá invariable el límite máximo de 9.000 euros al año con derecho a deducción y el porcentaje central de gravamen que se aplica, fijado en el 15% de las aportaciones realizadas. No obstante, el Ejecutivo está estudiando la posibilidad de eliminar los porcentajes de incremento (20% y 25%) del que gozan los contribuyentes para los dos primeros años de pago de la hipoteca.Lo que sí incorporará el nuevo IRPF es una nueva deducción para los inquilinos. Estos compartirán el incentivo fiscal que gozan ahora los propietarios de inmuebles por poner en el mercado nuevos pisos, incentivo que puede llegar a una reducción tributaria el 50% de los ingresos obtenidos por el arrendamiento.La deducción por alquiler de vivienda para el inquilino que se pondrá en marcha a partir del año 2007 fue suprimida por el anterior Gobierno del PP en el tramo estatal del impuesto.En la actualidad, los contribuyentes pueden seguir deduciéndose por este concepto sólo en el tramo autonómico, y en el territorio en el que haya sido aprobado por el Ejecutivo regional en cuestión.Todas las administraciones combinan ya ayudas fiscales al alquiler con otro tipo de bonificaciones a los contribuyentes con menores rentas, a través de sus respectivos planes de vivienda.