El FMI pide que la banca no comparta consejeros con sus participadas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) quiere que bancos y cajas no compartan consejeros entre sus órganos de gobierno y sus empresas participadas. Pretende evitar así que el cruce de información influya a favor de la participada frente a otras empresas.
A los técnicos del Fondo Monetario Internacional no les gusta que se mezclen los intereses de bancos y cajas con los industriales. Eso es al menos lo que se desprende del último borrador del organismo internacional, en el que se analiza la estabilidad del sistema financiero español.
En este estudio, donde se realizan una serie de recomendaciones dirigidas al Gobierno que luego éste puede o no aplicar, el FMI recomienda a todas las entidades financieras que eviten compartir ejecutivos o consejeros con sus empresas participadas.
Con esta medida, el FMI pretende que no existan vasos comunicantes entre bancos y cajas de ahorros con las empresas que puedan influir en las decisiones o gestión de una u otra compañía y supongan una ventaja sobre otras entidades.
æpermil;ste es el caso de la concesión de créditos para financiar las actividades de las empresas. El fondo monetario entiende que si se comparten consejeros o ejecutivos, esta situación puede influir en las condiciones de estos préstamos, ya que tienen información de primera mano de la entidad financiera.
Ello, a su vez, puede constituir una ventaja para la empresa participada frente a otras. Además, el FMI cree que esta conexión podría llegar a aumentar la exposición de la entidad financiera al riesgo.
Fuentes financieras consideran la recomendación muy razonable, a pesar de que no es muy compartida por un gran número de bancos y cajas.
De hecho, existe un gran número de entidades financieras, sobre todo de cajas de ahorros, cuyos presidentes, directivos o incluso consejeros se sientan en la presidencia o consejos de las empresas participadas, cargos que ocupan en representación de la entidad financiera. Y es ésta la situación con la que quiere terminar el organismo internacional que dirige el ex ministro de Economía español, Rodrigo Rato.
Esta recomendación, que todavía no es definitiva, puesto que está plasmada en un borrador, se produce, además, en un momento en el que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido endurecer los requisitos para los consejeros independientes, y pide mayor transparencia, incluso para el cambio de auditor de las empresas cotizadas. También coincide con la opa que ha lanzado Gas Natural, cuyo principal accionista es La Caixa, sobre Endesa.
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, ha recomendado en varias ocasiones que se rompa esa tradición de que los consejos de las empresas en las que una caja o banco es uno de sus principales accionistas participen en la gestión, o lo que es lo mismo, formen parte de los núcleos estables de las compañías.
La solicitud del Fondo, no obstante, no impide a los bancos y cajas nombrar consejeros en las participadas, siempre y cuando no estén vinculados directamente a sus órganos de gobierno.
Coincidencia de recomendaciones
El Fondo Monetario Internacional tiene prácticamente finalizado su informe sobre la salud del sistema financiero español. Aunque antes de que se puedan hacer públicas sus conclusiones su contenido se debatirá con el Ministerio de Economía. De momento, una de las recomendaciones del fondo, que las cajas coticen en Bolsa a través de las cuotas participativas es compartida por al CNMV. Varias cajas también están a favor de emitir cuotas, pero ninguna de ellas se atreve a ser la primera en dar el paso. Otra de las peticiones del FMI, que se rebaje el peso políticos en los consejos de las cajas empieza a calar entre miembros del Gobierno y de estas entidades. En estos momentos, el máximo órgano de gobierno de una caja no puede tener más del 50% de sus representantes políticos. Hace un lustro no existía límite y en algunos casos el peso político podía elevarse al 80%, pero la influencia de la UE terminó con esta elevada influencia.