El repunte económico de Alemania alienta la recuperación en Europa
El Gobierno alemán estudia elevar hasta el 1,4% la previsión de crecimiento económico para 2006. Esta reanimación está alentando la recuperación en toda la zona euro, que puede acelerarse en el segundo trimestre del año. No obstante, la recuperación sólo se sustenta hasta ahora en la inversión empresarial y la fortaleza exportadora.
La locomotora de la economía europea vuelve a tirar, y con ella puede llegar la deseada recuperación continental. De la mano de la fortaleza exportadora -apoyada en la buena salud de la economía mundial- y en la inversión empresarial -nutrida de las todavía ventajosas condiciones de financiación-, Alemania podría cerrar este año con un crecimiento del PIB nada desdeñable.
El Gobierno de coalición de Merkel está considerando elevar su estimación de crecimiento para 2006 al 1,4%, dos décimas por encima de su anterior previsión, según informó a Reuters una fuente del Ejecutivo. Alemania creció un 0,9% el año pasado, impulsada por las exportaciones pero con una demanda doméstica todavía débil.
Con todo, el nuevo pronóstico se ubicaría por debajo de una predicción hecha a comienzos de mes por el ministro de Economía, Michael Glos, que cifraba el crecimiento del producto interno bruto en una horquilla entre el 1,5% y el 1,8%. Durante las últimas semanas, varios institutos y analistas han subido sus pronósticos de crecimiento para Alemania, un repunte que podría verse impulsado por varios fenómenos puntuales, como la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol, en junio, o la anticipación de gasto derivada de la próxima subida del IVA. El Ejecutivo elevará el mayor impuesto sobre el consumo desde el actual 15% hasta el 17% en 2007, lo que abarata en términos relativos las compras que se hagan este año.
El comisario de Economía ve signos de un crecimiento 'más sostenible que en otras ocasiones'
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, se refirió ayer en Madrid a varios signos de aumento de la confianza 'tanto de inversores como de consumidores', que, unidos a 'indicadores reales, como los que llegan de Alemania', hacen pensar en un crecimiento de la zona euro 'más sostenible que en otras ocasiones'.
Los institutos económicos IFO (Alemania), Insee (Francia) e Isae (Italia) calculan que la zona euro ha crecido un 0,4% en el cuarto trimestre de 2005, y prevén para los dos primeros de 2006 sendos incrementos del PIB del 0,4% y del 0,5%, respectivamente. El informe semestral de los institutos relaciona el crecimiento actual con la mayor inversión en capital fijo y los buenos resultados de las actividades comerciales, fruto de unas condiciones de financiación favorables y del alto nivel de ingresos de las empresas.
El aumento de la inversión se mantendrá en los próximos meses, pero el impulso más importante vendrá, según el texto, de la mano de las exportaciones, gracias al incremento de la demanda exterior y a la moderación del euro frente al dólar. Donde todavía no hay buenas noticias es en el consumo interno: prevén que se sitúe en el 0,3% en el cuarto trimestre y después acelere con la actividad, 'aunque de forma moderada'.
Almunia advierte de la dependencia energética
El responsable económico de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, recordó ayer los cortes de suministro de gas decididos por Rusia a comienzos de mes para asegurar que Europa debe replantearse su modelo energético. Almunia, que pronunció una conferencia en el Foro Europa Press, aseguró que nunca ha sido partidario de esa energía, pero considera que 'sería suicida no reabrir un debate honesto' sobre su uso dadas las actuales circunstancias, habida cuenta de que las energías renovables, 'de momento, no dan para afrontar la demanda a medio y largo plazo'.La subida del precio del petróleo, la inestabilidad geopolítica y los compromisos medioambientales adoptados en el protocolo de Kioto son, según el comisario, motivos para que Europa se replantee su modelo energético, 'como ya sucedió tras las crisis de los años 70', y para avanzar hacia la 'imprescindible integración de los mercados energéticos', actualmente fragmentados entre los 25 países miembros de la UE.