La deuda hipotecaria de los españoles alcanza un récord de 700.000 millones
El crédito hipotecario sigue imparable. Hasta octubre los españoles tenían contratadas hipotecas cuyo saldo superaba por primera vez los 700.000 millones de euros, según la Asociación Hipotecaria Española. Se estima que 2005 cerró con un crecimiento récord anual del crédito hipotecario del 25% y en 2006 será del 20%.
Bancos, cajas y cooperativas de crédito siguen apostando por un fuerte crecimiento hipotecario. Pero con muestras de una suave desaceleración.
Según las previsiones de la Asociación Hipotecaria Española, integrada por el conjunto de entidades financieras, el crecimiento del crédito hipotecario se situará entre el 18% y el 20%. 'Crecimientos significativamente inferiores a dichas tasas no son previsibles con un crecimiento normal de la economía', explica la asociación.
Para el ejercicio que acaba de finalizar, la asociación espera un incremento de los préstamos hipotecarios del 25%, la mayor subida anual 'del largo ciclo expansivo iniciado en 1996', recalca.
Hasta octubre, el saldo vivo de los créditos hipotecarios se elevó un 25,8%. De este modo, el incremento del saldo hipotecario acumulado en los 10 primeros meses de 2005 alcanzó los 122.852 millones de euros, superando el aumento total de todo el ejercicio precedente, que fue de 114.566 millones.
El conjunto de las entidades financieras gestionaban a octubre un saldo crediticio hipotecario total de 705.287 millones, superando por primera vez los 700.000 millones. La asociación justifica el aún fuerte crecimiento hipotecario para 2006 en el hecho de que la casi totalidad de las viviendas iniciadas el pasado año y en 2004 están aún en construcción, y, por lo tanto, pendientes de completar las disposiciones de crédito formalizadas tanto para finalizar la construcción, como para financiar las ventas.
Cree que sólo una 'fuerte recesión inmobiliaria podría condicionar una desaceleración significativamente más acusada del crédito hipotecario', posibilidad esta que según los datos actuales de la economía española y de la oferta y demanda inmobiliarias, no hacen prever a medio plazo.