Las cajas buscan reclamos para fichar ejecutivos
Las cajas de ahorros se están planteando la necesidad de mejorar las retribuciones de sus altos directivos, cuyos sueldos son muy inferiores a los de los bancos. Las cajas quieren impedir encontrarse con serias dificultades en los próximos años para fichar ejecutivos y evitar fugas de sus equipos.
La creciente competencia que se vive en el sector financiero ha llevado a las cajas de ahorros a proponer una revolución en su política de recursos humanos. En la última asamblea anual de la CECA celebrada a mediados de diciembre, estas entidades pusieron sobre la mesa la necesidad de revisar los actuales sistemas de retribución de sus altos directivos, cuyos sueldos son muy inferiores a los percibidos por los ejecutivos de los bancos, explican fuentes del sector.
Según el informe de Gobierno Corporativo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en más de un 70% de las cajas de ahorros la remuneración de los consejeros ejecutivos y el personal directivo oscila entre uno y dos millones de euros al año por entidad.
Si se tiene en cuenta a las entidades con un volumen de activos inferior a 11.000 millones de euros, el sueldo medio se sitúa en 1,22 millones de euros. Las entidades de mayor tamaño son las más generosas con sus gestores, con una retribución media de 4,52 millones de euros.
Aunque no existen datos comparables del conjunto de los bancos, por entidades la brecha es notable. En el Grupo Santander, la alta dirección, integrada por 23 miembros, percibió en 2004 unos ingresos totales de 41,28 millones de euros. Esta cantidad supone una media de 1,79 millones por cada uno de ellos, en los que no se incluyen los consejeros ejecutivos.
Los nueve altos directivos del BBVA ganaron en este mismo periodo una media de 924.000 euros, mientras que los 21 del Banco Popular recibieron 213.800 euros.
Una de las principales preocupaciones de las cajas es el reducido peso que aún tiene entre la alta dirección de este sector la retribución variable, una situación muy diferente a la de los bancos, donde una parte muy importante de los sueldos de la plantilla está ligada a la consecución de los objetivos.
También se cuestiona el sistema de promociones, al realizarse la mayoría de los ascensos de forma automática en función de la antigüedad y del puesto que se desempeña en las oficinas en vez de por méritos.
La composición de los consejos de estas entidades, con representantes políticos y sindicales, su finalidad social sin ánimo de lucro, y la vinculación de una gran parte de la alta dirección a los convenidos colectivos han provocado esta inflexible estructura que se quiere eliminar. El sector teme que si esta situación persiste pueden encontrarse dentro de unos años con serias dificultades para plantar cara a los bancos en el terreno de los fichajes de directivos, así como para conseguir retener el talento. Y alertan de que esta falta de flexibilidad en la política de recursos humanos entorpecerá el crecimiento de unas entidades, que en muchos casos se encuentran en pleno proceso de expansión y crecimiento. La Caixa, Bancaja, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Ibercaja y Caixa Galicia son algunas de las entidades del sector que han acelerado el ritmo de apertura de oficinas.
Fuentes del sector apuntan que no será sólo el crecimiento de la actividad comercial y de tamaño de las entidades lo que obligue a reforzar la plantilla, sino también la necesidad de cubrir puestos que requieren una mayor especialización, como los relacionados con la tecnología y tesorería.
La plantilla del sector gana de media un 20% más que la de un banco
Las diferencias que existen entre los equipos gestores de cajas de ahorros y bancos no se reproducen en el conjunto de sus plantillas. Un empleado de una caja gana de media un 20% más al año que el de un banco, un porcentaje que varía al alza o a la baja en función del nivel profesional al que pertenezca. Según los sindicatos, a esta ventaja económica se suma la existencia de mejores condiciones sociales, como las facilidades para solicitar un préstamo. En la red comercial, los ingresos del personal de las cajas no marcan tantas diferencias, ya que los directores de sucursales de los bancos tienen una parte importante de su retribución ligada a los objetivos anuales.La mayor brecha se produce en los consejos de administración, donde los consejeros de los bancos cobran 37 veces más que los de las cajas. Los de los bancos ingresan una media de 421.200 euros al año, frente a los 11.200 de euros de las cajas.
Caja Navarra, último ejemplo de la ambiciosa expansión de las entidades
La expansión de las cajas se ha convertido en una constante. La última en anunciar un fuerte plan de expansión ha sido Caja Navarra (CAN). Esta entidad ha anticipado un año la finalización de su plan de expansión, que constaba de la apertura de 150 oficinas, de manera que quedará concluido en 2007 con la inauguración de hasta 182 sucursales. De este modo, y tras cumplir el objetivo en 2005 de una oficina cada 12 días, Caja Navarra abrirá hasta la finalización del plan una oficina cada siete días, informó la entidad en una nota, en la que constata que tras las 30 aperturas efectuadas en 2005, las oficinas de CAN fuera de Navarra representan ya un 29% del total.Caja Navarra tienen 263 oficinas, de las que 186 están situadas en Navarra y 77 fuera.En 2006 abrirá 52 fuera de Navarra, y así prevé concluir su plan en 2007 con la apertura de otras 52 fuera de la Comunidad foral. Así, el 50% de su red estará situada fuera de Navarra.