El Gobierno desbroza gran parte del acuerdo sobre financiación
El Gobierno alcanzó ayer significativas aproximaciones en el capítulo de financiación con las fuerzas catalanas implicadas en la negociación del Estatuto. CiU y ERC aceptan el aumento de la capacidad normativa en el impuesto sobre la renta y en los impuestos especiales y respetan que el de sociedades quede íntegramente en el espacio fiscal reservado al Estado.
Después de los contactos establecidos por el Gobierno con CiU, ERC e Iniciativa per Cataluña sobre financiación, precedidos de largas reuniones entre el vicepresidente Pedro Solbes y el consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, el optimismo prevalece sobre el pesimismo en todas las partes implicadas en la negociación. Es más, todas ellas aceptan que el ruido provocado por las discrepancias entra en el guión.
En estas reuniones se han logrado desbrozar capítulos significativos del Estatuto, según reconocieron ayer el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y sus interlocutores en CiU y ERC, Josep Antoni Durán i Lleida y Joan Puigcercós, respectivamente. Las aportaciones del secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, están siendo definitivas en el recorrido que falta hasta el acuerdo.
Las fuerzas que integran el tripartito catalán aceptan el aumento de la capacidad normativa que les ofrece el Gobierno en el Impuesto sobre la Renta, el IVA y los Impuestos Especiales y están dispuestas a renunciar a la recaudación, gestión e inspección del Impuesto de Sociedades, figura tributaria que se mantendrá íntegramente en el espacio fiscal reservado al Estado. El Estatuto reconocerá este aumento de la corresponsabilidad fiscal, pero, como es obvio, no entrará en la fijación de porcentajes cedidos ya que es una cifra que se verá modificada en el tiempo. En la mesa de negociaciones, el Gobierno ha planteado la cesión de hasta el 50% del IRPF, del IVA en fase minorista y de la práctica totalidad de los Impuestos Especiales, incluido el de Hidrocarburos, que ahora es recaudado en un 40% por las comunidades. Sólo por este último tributo el Estado recaudó 9.300 millones hasta noviembre de 2005. Por el que grava el tabaco, ingresó algo más de 5.000 millones.
Dónde no hay avances es en la aspiración de la Generalitat a disponer de una agencia tributaria única a través de la que recaudar los impuestos cedidos y parte de los estatales. El Gobierno defiende que funcione como agencia consorciada con la del Estado, pero el tripartito catalán y CiU, con la anuencia de Pasqual Maragall, se oponen a este criterio.
Los negociadores son conscientes de que el aumento en la cesión del IRPF desde el 33 hasta el 50% traerá consigo una disminución de la parte del Fondo de Suficiencia destinado a Cataluña y, por esta razón, han trasladado al Gobierno la necesidad de reconsiderar su funcionamiento para que sus recursos se destinen, sobre todo, a gasto social. También hay permeabilidad en el Ejecutivo sobre esta sugerencia y sobre la necesidad de reforzar la comisión mixta entre el Estado y la Generalitat.
ERC pide que la Generalitat ejecute las inversiones estatales
La competencia que han establecido Esquerra Republicana y Convergencia i Unió en la negociación abierta con el Gobierno introduce una gran complejidad a la hora de cerrar acuerdos, según fuentes involucradas directamente en las conversaciones. Esta dura competencia se está traduciendo en una exhibición calculada de algunas discrepancias y también en la presentación de propuestas un tanto singulares.Esquerra Republicana de Cataluña planteó ayer al secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la necesidad de que sea la Generalitat la institución que ejecute directamente las inversiones estatales en Cataluña, con el fin de garantizar que los recursos que destinan a esta comunidad los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente, sobre todo, cumplen con su destino final. El año pasado, la ejecución presupuestaria de ambos departamentos en Cataluña no superó el 75%, porcentaje considerado claramente insuficiente por ERC. El Gobierno evitó dar un no definitivo, pese a que se trata de una propuesta difícilmente generalizable, ya que supondría, en la práctica, el vaciamiento de las competencias del Ministerio de Fomento.Otra circunstancia que ha entorpecido la dinámica de la negociación ha sido la reaparición en escena del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, decidido a recuperar la unidad de acción del tripartito catalán en la negociación con el Gobierno.La reunión que Maragall celebró el pasado martes con las fuerzas de su Gabinete y con CiU, en la que se consideró irrenunciable la creación de una agencia tributaria única en Cataluña y la incorporación del término 'nación' en el Estatuto, ha supuesto una dificultad añadida para Rubalcaba y Fernández Ordóñez en la interlocución con ERC, CiU e IC.