Gamesa se desploma justo antes de advertir sobre sus resultados
La cotización del grupo Gamesa cayó ayer en Bolsa un 2,19%, descenso que se precipitó poco antes de que su nuevo consejero delegado, Guillermo Ulacia, acompañado de su equipo, compareciera ante un grupo de analistas para informar sobre el avance de resultados del ejercicio 2005, inferiores a lo inicialmente previsto, y los planes para 2006.
Gamesa ha sido la primera en aplicar las nuevas recomendaciones de la CNMV para lograr transparencia informativa y evitar que la información llegue antes a unos inversores que a otros, pero el primer ensayo se ha saldado con un gran fracaso, que obliga a la CNMV a investigar el aparente uso de información privilegiada. Gamesa anunció con un hecho relevante su reunión de ayer con analistas financieros, la retransmitió por videoconferencia a través de internet y colocó la documentación en la red, todo ello al cierre del mercado. Pero en medio de toda esa parafernalia la información se filtró y las acciones se desplomaron en Bolsa antes del encuentro con analistas.
El avance de resultados de 2005 de Gamesa muestra un beneficio neto de actividades continuadas de 190 millones, con un aumento del 9% respecto a 2004, aunque inferior en un 15% a la estimación inicial del grupo. El menor crecimiento del resultado ha sido atribuido a retrasos en instalación de parques eólicos en España debido a la demora en la concesión de licencias, al incremento de costes de diversas materias primas, a los costes de lanzamiento de los generadores eólicos G-87 y G-90 y a la negativa aportación del negocio aeronáutico.
La previsión para 2006 muestra un crecimiento del resultado del 10% y reducción de endeudamiento.
Gamesa insistió en que centrará su actividad en las energías renovables, especialmente la eólica y con una atención especial al negocio internacional, orientado estratégicamente hacia Estados Unidos y China. Sobre la venta de la división Aeronáutica y del área de servicios, Gamesa se limito a indicar que están en negociaciones. La venta aeronáutica ha obligado a Gamesa a provisionar 60 millones para ajustar el valor en libros a su posible valor de mercado.