Las verdades a medias del 'efecto enero' en la Bolsa
La Bolsa tiene sus propios mitos, leyendas y costumbres, como los lunes negros, los veranos movidos, el llamado window dressing -los gestores de fondos compran a fin de año valores que han subido para adecentar las carteras que presenten a los partícipes- o el efecto enero. Esta última leyenda bursátil señala que el primer mes del año suele ser positivo para el mercado, debido a que los gestores están recomponiendo sus carteras de cara al nuevo año.
Es una verdad a medias. En los últimos 10 años de Bolsa, enero ha sido algo mejor de la media, con una rentabilidad del 1,51% en este mes frente al 1,11% mensual genérico. Es más, la rentabilidad media del Ibex en los 11 meses que no son enero en la última década es del 0,89%. El frío enero, por otra parte, no es una garantía de subidas, pues desde 1996 ha sido bajista en tres ocasiones y alcista siete. La proporción entre alzas y bajas, de 2,3 a una, es notablemente superior a la general, pues en los últimos 10 años la Bolsa ha subido 1,5 meses por cada uno que ha bajado.
Así, enero es un mes mejor que la media, pero ni mucho menos es el mejor del año. Cabría mejor hablar de un efecto noviembre, pues este mes es, con una subida media del 4,18% en los últimos 10 años, el más rentable. Además, sólo un noviembre ha sido negativo desde 1996, el de 2000. Claro que entonces la caída fue severa, del 11,04%, la sexta más abultada del periodo. Y octubre, asociado en la mitología bursátil a los crashes como el de 1929 o el de 1987, es un buen mes de Bolsa. Un 2,42% sube de media el Ibex. En diciembre el rendimiento es del 2,14%, por lo que el último trimestre es el más propicio para el mercado.
El mejor periodo del año es estadísticamente noviembre, con un alza media del 4,18%
Tampoco es muy acertada la idea del rally de verano, otro de los lugares comunes de la literatura sobre Bolsa. El tercer trimestre es claramente el peor, con caídas medias del 1,89% en julio (el peor mes del año), del 1,36% en agosto y del 1,39% en septiembre. Seis de las 10 mayores caídas, de hecho, se han producido en esta parte del año. El peor mes desde 1996 fue agosto de 1998 -con la crisis rusa y de los mercados emergentes- con una pérdida del 21,25%. Febrero, por su parte, es el segundo mejor mes del año con un 2,98% de media, casi un punto más que abril (+2,01%) mientras en marzo mayo y junio en balance es, prácticamente, de tablas.
Así, el primer mes del año es bastante normal. De hecho, la rentabilidad media de enero, el 1,58%, es la más cercana a la rentabilidad media mensual -1,11%- de todo el periodo. Hay seis meses que son estadísticamente peores que el del arranque de año, pero otros cinco son mejores. En los últimos 10 años sólo ha habido dos eneros espectaculares: el 11,05% de 2001 y el 9,7% de 1998.