Detroit estrena su salón del automóvil en un ambiente de crisis
El Salón de Automóvil de Detroit abrió ayer sus puertas y como viene siendo habitual en los últimos cuatro ejercicios, General Motors y Ford, hijos predilectos de la fría capital del estado de Michigan y antiguos iconos industriales de la primera potencia mundial, se convierten en el centro de las preocupadas -y morbosas- miradas de periodistas y fabricantes. En los 354 días que quedan de año, cabe la posibilidad de que GM pierda el liderazgo del sector, posición de que disfruta desde 1931. O lo que es peor, que se vea obligado a acogerse al llamado Capítulo 11, es decir, suspenda pagos. Tanto esta compañía como Ford, según las agencias de calificación, son basura desde el punto de vista inversor.
Lo cierto es que ambos acontecimientos aún parecen lejanos. El presidente de GM, Rick Wagoner, se encargó personalmente de inaugurar la feria anunciado que las ventas fuera de EE UU han compensado la caída en el mercado nacional y, así, las matriculaciones han alcanzado su cota máxima en los últimos 27 ejercicios, con 9,2 millones de vehículos nuevos, el 2% más que en 2004. Toyota, por su parte, prosiguió en 2005 su marcha arrolladora y vendió 8,1 millones de automóviles. La compañía prevé fabricar 9,06 millones este año. Así, la sucesión parece que tendrá que esperar.
Estos buenos resultados apenas maquillan, sin embargo, el hecho de que las ventas de GM cayeron el 4% en EE UU en 2005, y que las operaciones en el mayor mercado mundial arrojan unas perdidas de 1.360 millones de euros en el tercer trimestre, frente a los 262,5 millones de beneficio del mismo periodo de 2004. Estas cifras llevan a la compañía a eliminar 25.000 empleos en EE UU hasta 2008. Como en el pasado, la multinacional dueña de Opel, Chevrolet, Saab o Cadillac confía en que sus lanzamientos ayuden a revertir una situación cada vez más deteriorada.
El salón de Detroit podrá servir, además, como soporte publicitario para su nueva estrategia de precios encaminada a detener la hemorragia de las ventas, que ya sólo crecen los meses en que se ofrecen suculentos descuentos. Sobre todo después de que Mark LaNeve, vicepresidente de Marketing para Norteamérica, reconociese que los programas de descuentos puestos en marcha desde el pasado verano, han supuesto un 'costoso' error. La estrategia de GM fue seguida por políticas similares de Ford y DaimlerChrysler, lo que desencadenó una guerra de descuentos entre los fabricantes estadounidenses de la que sólo parecen haberse beneficiado las empresas asiáticas. GM quiere eliminar las rebajas, destacar la calidad de sus productos y ofrecer precios especialmente bajos en sus nuevos modelos.
En lo que respecta a la suspensión de pagos, ésta 'no es una opción', según reconoció Wagoner en un encuentro con periodistas. 'No es una estrategia ganadora en ningún caso, no es un buen plan ni es constructivo que haya tantas especulaciones al respecto'.
Ford tampoco atraviesa su mejor momento. La compañía sufrió perdidas de 1.880 millones hasta septiembre, lo cual le llevará a finales de mes a anunciar un ambicioso plan de reestructuración que se llevará por delante los empleos de miles de personas. La firma dejó de ser la marca más vendida en EE UU en 2005 por primera vez en 19 años, a manos de Chevrolet, si bien espera revertir la situación, otro ejercicio más, con nuevos modelos en el mercado.
DaimlerChrysler, por su parte, ha logrado desmarcarse de la crisis de sus competidores estadounidenses. La compañía que preside Dieter Zetsche cerró 2005 con un alza del 3,8% de las ventas, superando por primera vez en su historia los cuatro millones de vehículos comprados. Las ventas en EE UU crecieron el 4,7%. Mercedes Benz vuelve a incrementarlas un 1,7% hasta 1,22 millones de unidades.
El salón de Detroit ha servido, además, para las reivindicaciones de los empleados de diversas compañías, que se manifestaron ayer a las puertas del Cobo Hall para protestar contra el recorte de empleo y de prestaciones.
Atentos a:
General Motors puede anunciar en el Salón de Detroit su nueva estrategia comercial para el mercado norteamericano. Ford, su principal rival estadounidense, tiene previsto desvelar el 26 de enero una reestructuración de la división estadounidense.
Hibridos y 'crossovers', las estrellas de la muestra
Híbridos y crossovers (chasis de un automóvil con el cuerpo de un todoterreno) son las estrellas de la muestra de Detroit. Los crossover, o CUV, incluyen los de Ford (el Edge, Lincoln Aviator y Mazda CX-7) y General Motors (Saturn Outlook y Buick Enclave).Los híbridos, que combinan gasolina y electricidad, también buscan su gloria en esta ocasión, como en la muestra de Tokio en octubre. En Detroit se verá la versión del Saturn VUE o el Chevy Tahoe y Malibu, Toyota Camry, Nissan Altima, Kia Rio e Hyundai Accent. Detroit mostrará además la creciente convergencia de alta tecnología y vehículos, con la incorporación de sistemas de navegación por satélite en los paneles de control y los equipos de DVD o ipods para los pasajeros.China, por su parte, culminó su desembarco en EE UU. El Stand de Geely CK es el primero de un fabricante del país en Detroit.