La banca acelera sus planes de expansión con la apertura de nuevas oficinas
Bancos y cajas han intensificado sus planes de apertura de oficinas en España con el objetivo de arañar cuota de mercado a la competencia. Mientras que Santander y BBVA intentan enmendar los errores cometidos durante sus respectivas fusiones, las cajas quieren cubrir las regiones donde no estaban presentes.
Las entidades financieras han retomado con fuerza su apuesta por el tamaño. Tras el paréntesis que supuso el periodo de las fusiones -en 1999, se unieron el Santander con el Central Hispano y BBV con Argentaria-, la banca ha vuelto a dar prioridad a la red de oficinas como el principal eje de relación con los clientes. El Santander, por ejemplo, ha decidido acelerar el ritmo de aperturas para este año. Tiene previsto inaugurar 150 nuevos locales, que se sumaran a los 100 que abrió en 2005. En septiembre, contaba con 2.597 sucursales, con lo que el tamaño de su red aún es un 33% inferior que antes de la fusión.
El Santander aprovechará esta expansión para ir implantando su nueva marca, que supondrá la desaparición definitiva en 2007 del antiguo Central Hispano.
El BBVA, que en septiembre tenía 3.510 oficinas frente a las 4.336 de hace seis años, también ha optado por ganar tamaño. Dentro del nuevo plan estratégico que finaliza en 2007, la entidad se marcó como meta abrir 550 oficinas, a lo que destinará una inversión de 300 millones. De momento, el pasado año ya inauguró 145. Con este plan de expansión, el banco prevé hacerse con 550.000 nuevos clientes y 7.000 millones de euros de negocio. Pero no sólo los grandes bancos han retomado esta estrategia, sino que también las entidades de tamaño mediano como el Popular y el Pastor o las cajas de ahorros confían en la apuesta por la expansión como una alternativa de éxito.
Las cajas de tamaño mediano han reforzado su presencia fuera de sus regiones de origen
Una de las principales defensoras de esta vía para arañar cuota de mercado ha sido La Caixa, entidad que ha mantenido un frenético ritmo de aperturas en los últimos años hasta conseguir la mayor red de toda España, integrada por 4.886 sucursales. A finales de este año, la caja catalana espera alcanzar las 5.000 oficinas.
El resto de las cajas también han decidido pisar el acelerador con el propósito de cubrir aquellas zonas geográficas en las que su presencia todavía era reducida. Caixa Catalunya ha duplicado sus previsiones iniciales y terminará 2007 con unas 1.200 oficinas, frente a las 1.039 actuales.
Tanto Bancaja como la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) también han logrado su objetivo de superar el listón de las mil sucursales antes de la fecha prevista. Bancaja tiene 1.035 y la CAM, 1.002. Caixa Galicia, con 760 oficinas, tiene intención de precipitar su crecimiento en los próximos cuatro año hasta contar con 1.000 locales activos. Caja Duero despedirá este ejercicio con 660 sucursales, 59 más que ahora y de las que seis se instalarán en Portugal.
Las áreas geográficas de expansión del sector financiero también coinciden. Las entidades quieren reforzarse en aquellas zonas con mayor potencial de crecimiento económico, como Madrid, la comunidad valenciana, Cataluña, País Vasco y Andalucía.