Grandes marcas ganan el primer pulso judicial a la piratería china
Las marcas de lujo han ganado su primera batalla contra la piratería en el gigante asiático. El Mercado de la Seda de Pekín, famoso por vender todo tipo de falsificaciones, tendrá que indemnizar a cinco gigantes del lujo con una multa de 13.000 dólares (unos 10.700 euros). Chanel, Prada, Gucci, Burberry y Louis Vuitton reclamaban una compensación de, aproximadamente, 256.000 euros. Pero estas cifras no son más que una pequeña gota de agua en las ingentes pérdidas que provocan a los fabricantes las copias ilegales, cifradas en unos 60.000 millones de dólares anuales (más de 49.600 millones de euros).
La sentencia, dictada a finales de diciembre por el Tribunal Popular Intermedio de Pekín Número Dos, asegura que el Mercado de la Seda no respeta las leyes sobre propiedad intelectual. La decisión de la Justicia china afecta tanto a los comerciantes como a Beijing Xiushui Haosen Clothing Market Company, la empresa que gestiona el edificio donde se encuentran los puntos de venta.
Hasta hace unos meses, el Mercado de la Seda estaba compuesto por puestos callejeros en los que se vendían todo tipo de productos e imitaciones y que se había convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de la capital. Pero el mercadillo ya es historia. El pasado verano, las autoridades chinas lo derribaron y lo sustituyeron por un moderno edificio de varias plantas, una nueva instalación que pretendía ser un paso adelante en la lucha contra la piratería industrial.
Chanel, Louis Vuitton, Burberry, Prada y Gucci denunciaron en noviembre la venta de imitaciones
El cambio de sede no surtió el efecto que esperaban las grandes marcas de lujo y el pasado mes de noviembre denunciaron a los gestores del centro y a varios comerciantes por continuar vendiendo productos falsificados. 'La empresa no toma medidas para luchar contra la piratería y permite a los puestos vender marcas falsas', aseguraba entonces uno de los abogados de las cinco grandes firmas.
Para probar su acusación los denunciantes presentaron ante el tribunal cientos de productos textiles y bolsos de las marcas falsificadas. Un notario certificó que habían sido retirados de cinco locales del popular mercado. La empresa gestora del edificio mantenía su inocencia. Aseguraba que había hecho todo lo necesario para evitar la venta de falsificaciones y rompió los contratos de las tiendas acusadas. Sin embargo, el tribunal de Pekín considera que Beijing Xiushui Haosen Clothing Market Company facilitó las condiciones necesarias para la venta de copias ilegales. Los comerciantes acusados no negaron vender falsificaciones pero cuestionaron la validez del certificado notarial y alegaban que no se había demostrado que las falsificaciones procediesen de sus locales.
Pero las copias ilegales afectan a todos los sectores. Esta misma semana, la cadena de cafeterías Starbucks ha ganado un juicio contra un local que imitaba su logotipo y utilizaba como nombre la traducción china empleada por la multinacional. Starbucks ha recibido como indemnización medio millón de yuanes, unos 52.400 euros.
La protección de las patentes y de la propiedad intelectual sigue siendo uno de las asignaturas pendientes del gigante asiático, pese a que ése era uno de los compromisos suscritos en su ingreso en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001. El representante del Gobierno de EE UU para las relaciones comerciales con China, Tim Stratford, no sólo critica la violación de los criterios de la OMC, además afirma que pese a haber trabajado en el país asiático durante 23 años 'no tengo idea de dónde comprar un DVD o un CD que sean legítimos'.
Las autoridades chinas, sin embargo, intentan demostrar que su lucha contra los piratas industriales va en serio. Chen Wentong, responsable de la Administración de Industria y Comercio, aseguraba en noviembre que el Estado había acusado a 158 personas por falsificación y ha impuesto multas por valor de 38,5 millones de euros. Las investigaciones estatales comenzaron en julio de 2004. Se inspeccionaron 6,7 millones de negocios y unos 230.000 mercados situados en todo el país. Según Chen Wentong, las inspecciones permitieron cerrar 6.273 puntos en los que se fabricaban o vendían productos falsificados.
Las grandes firmas venden 290 millones en España
Tres ciudades concentran el 55% de las tiendas de lujo en España. Se trata de Madrid (26%), Barcelona (19%) y Marbella (10%). En total, las empresas de confección y complementos de alta gama cuentan actualmente con 108 tiendas, excluyendo los establecimientos multimarca y los cortners en centros como El Corte Inglés, de los que 73 son propios y 35 franquicias.En 2005, las firmas de lujo de confección y complementos alcanzaron una cifra de negocio de 290 millones de euros, según un estudio elaborado por la consultora DBK, lo que representa un incremento del 8,2% respecto al año anterior. Este crecimiento se de debe a la apertura de nuevos puntos de venta, el mejor comportamiento del consumo privado y el gasto de los turistas. Entre las principales marcas que integran este sector están Armani, Chanel, Christian Dior, Ezeti (Ermenegildo Zegna), Ferragamo, General Import (Max Mara), Hermes, Loewe, Louis Vuitton, Luxury Goods (Gucci), Modifin (Versace), Prada, Valentino e Yves Saint Laurent.Por segmentos, la confección supuso el 64,2% de la facturación total, mientras que la marroquinería y los complementos representaron el 25,7% y el 10,1%, respectivamente.Para los próximos años, DBK prevé que el sector mostrará un comportamiento favorable dentro del dinamismo del consumo privado nacional y la creciente entrada de turistas.En 2006, las ventas crecerán un 8,6% hasta 315 millones de euros. El sector de la confección y los complementos de lujo está integrado por un de 17 empresas, con un total de 2.500 trabajadores. La mayoría de ellas se dedica a la importación y posterior comercialización de los productos de las casas matrices extranjeras, con una escasa actividad productiva en España.