La irlandesa CRH compra el 26% de Uniland por 300 millones
El grupo irlandés de materiales para la construcción CRH anunció el viernes en la Bolsa de Londres la compra del 26,3% de la cementera Uniland, por 300 millones de euros. Las familias Fradera y Rumeu, propietarias del resto del capital, consideran que la entrada es hostil, al contravenir los vendedores -otras ramas de las mismas familias- 'el derecho de tanteo previsto en los estatutos', reservándose 'las oportunas acciones legales'. Paralelamente, Uniland ha convocado junta para defender su posición modificando la sindicación de los títulos.
De la misma forma que la familia Molins consiguió blindar la compañía de su mismo nombre en 1997 ante la entrada de Lafarge, las familias Fradera y Rumeu han convocado junta extraordinaria el próximo 25 de enero para iniciar la defensa de la entrada hostil del grupo irlandés CRH. El único punto del día de la convocatoria pretende modificar la sindicación de los títulos y el quórum de decisión de las juntas de accionistas, con el objetivo de frenar al tercer grupo de materiales de construcción europeo, que anunció el viernes la adquisición del 26,3% del capital de Corporación Uniland, la sociedad holding de la cementera catalana, por 300 millones de euros.
Los accionistas vendedores pertenecen a varias ramas de los Fradera y Rumeu. Estas dos familias controlaban la totalidad del capital de la empresa desde que dejó de cotizar en Bolsa en abril de 2003. Precisamente, la escasa rotación del valor fue la razón principal de su exclusión (El 92,91% de los títulos seguían en manos de las familias fundadoras). Un escueto comunicado emitido por Corporación Uniland señaló que los accionistas que no vendieron 'consideran que la adquisición se ha hecho contraviniendo el derecho de tanteo previsto en los estatutos de la sociedad, y se reservan las oportunas acciones legales. Dichos accionistas han sindicado sus acciones hasta aproximadamente un 70% inicialmente, para afrontar el buen gobierno de la compañía'. No fue posible contrastar el comunicado con ningún directivo ni accionista.
De esta forma, la nueva etapa de Joan Rosell en la presidencia de la cementera -fue nombrado el 20 de noviembre pasado- se inicia con un conflicto abierto por la independencia de la compañía, cuya única alianza empresarial se concentra en el extranjero. Desde hace más de 10 años, Uniland comparte al 50% las inversiones en Argentina y Uruguay con Cementos Molins. El también presidente de la patronal catalana Fomento sustituyó en el cargo al ex presidente de la SEPI, Pedro Farreras.
Por su parte, CRH hizo pública una nota en la que no citó el conflicto abierto con el resto de accionistas de Uniland. Al contrario, el presidente ejecutivo del grupo irlandés, Liam O'Mahony, concluyó el comunicado destacando que esperaba 'trabajar de forma constructiva con la compañía en un futuro'.
CRH pretende aumentar su presencia en el mercado cementero español, donde está presente desde 1987 a través de la compañía Beton Catalán. Parte del interés de CRH en su entrada en Uniland pasa por incrementar sus intereses en América Latina, con las citadas posiciones de las factorías instaladas en Argentina y Uruguay. Uniland, que también cuenta con dos fábricas en Túnez, produjo 5,5 millones de toneladas de cemento en 2004. La facturación consolidada se situó en los 423 millones, con un beneficio operativo de 143 millones.
El comprador quiere formar un grupo en la Península
CRH prevé formar un grupo en la Península Ibérica con sus participaciones en España y Portugal. En este último país, cuenta con una participación del 49% en la compañía Secil, desde junio de 2004. Con esta operación, CRH consiguió entrar indirectamente en el mercado de Túnez, donde también tiene intereses Corporación Uniland. La multinacional irlandesa mantiene en España su posición en Betón Catalán y la participación en Uniland.Este crecimiento, capitaneado por el presidente ejecutivo, Liam O'Mahony, forma parte del plan para potenciar la presencia del grupo en Europa. CRH gastó 2.600 millones de euros en los dos últimos años en adquisiciones. La compra más significativa fue la de Cementbouw en Holanda, por 700 millones.El grupo irlandés registró unas ventas de 12.820 millones en 2004, con un incremento del 16%. El beneficio operativo se situó en los 1.753 millones, registrando un incremento del 16%. La compañía se ha centrado en cuatro divisiones regionales: dos en Europa (materiales y producción y distribución) y otras dos en Norteamérica.