Santander sale de Bolivia tras vender su filial por 38 millones de dólares
El Santander ha abandonado el mercado boliviano con la venta de su filial, el Banco Santa Cruz, al grupo financiero local León Prado, en una operación valorada en 38 millones de dólares.
Tan sólo siete años después de que el Santander adquiriera el 96,3% del Santa Cruz, el banco ha decidido marcharse de Bolivia, con unas plusvalías de 20 millones de dólares, según fuentes de la entidad.
El Santander ha aprovechado el proceso de unificación de su marca en todas sus filiales para desprenderse de un banco que no consideraba estratégico. El principal motivo es el escaso peso de Bolivia, cuya economía apenas representa el 0,5% del PIB latinoamericano. Además, ésta era una de las pocas filiales que no había adoptado el color rojo en su imagen corporativa.
El banco Santa Cruz ha sido adquirido por la familia Prado, la mayor fortuna financiera del país. Los planes para las veinte oficinas del Santa Cruz es que se integre en el banco Bisa, principal filial del holding familiar. La operación convertirá a Bisa en la primera entidad de Bolivia.
El Santa Cruz, pese a ser la tercer entidad del país andino, tiene una dimensión reducida. Cuenta con un capital social de unos 42 millones de dólares, una inversión crediticia de 240 millones de dólares, y depósitos por valor de 430 millones. Hasta septiembre, su beneficio neto había ascendido a 2,7 millones de dólares.
La venta de la participación del Santander en este banco boliviano se produce a cuatro días de las elecciones generales en este país andino, donde las encuestas otorgan la victoria al líder sindicalista Evo Morales.