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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El mejor aliado de la renta variable

Uno de los argumentos a favor de comprar Bolsa es la favorable relación entre rentabilidad y riesgo que presenta la renta variable frente a la alternativa de inversión clásica, la renta fija. Hay tantas formas de valorar y calibrar esta relación como analistas del lado cuantitativo, pero el método más sencillo es comparar la rentabilidad interna de las acciones a partir del PER. Si una empresa tarda 20 años en recuperar en forma de beneficios su precio en Bolsa, se puede asumir que eso equivale a recuperar en 20 años vía intereses la inversión en el principal de un bono. Eso sería, a grandes rasgos, con un tipo del 5% anual.

Hoy por hoy el bono a 10 años cotiza con un tipo de interés del 3,44% en España o Alemania y del 4,55% en Estados Unidos. Eso quiere decir que la Bolsa soportaría valoraciones de hasta un PER de 30 veces en el Ibex y de 22 veces al otro lado del Atlántico. Un amplísimo colchón sobre los niveles actuales de entre 16 y 18 veces que abre al bolsista campo para comprar acciones.

La cotización del bono, no obstante, no es una variable inmutable; al contrario, está tan sometida a las veleidades de los inversores como la renta variable. La relación entre Bolsa y bonos, que en relación a la media histórica resulta favorable a las acciones, puede equilibrarse por las dos vías.

En todo caso, esta relación entre Bolsa y bonos, aunque no invite a perder la cabeza comprando, sí da una cierta tranquilidad. Credit Suisse señala que sus indicadores de apetito por el riesgo están en zona de máximo histórico, pero que ello no implica que estemos ante una fuerte corrección de los mercados por dos motivos: por la favorable relación de Bolsa y bonos y porque el apetito por el riesgo se ha diversificado en diferentes categorías de activos.

Ello se debe, explican a que la inflación se ha mantenido baja cuando la economía ha remontado, lo que implica mejores expectativas a futuro en términos de precios y de tipos de interés. El riesgo, claro está, es un repunte inflacionista a nivel global.

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