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Automoción

La crisis de Seat provoca un duro ajuste en la industria auxiliar

La reducción de la producción de Seat ha provocado un duro revés en sus proveedores, que han planteado ajustes de al menos 742 empleados en sus plantillas durante las últimas semanas. La caída de la fabricación de la planta de Martorell (Barcelona) en 56.000 vehículos en 2005 ha agravado el goteo a la baja de los últimos cinco años. Hasta el momento, la industria auxiliar utilizaba la contratación temporal para nivelarse con la demanda, pero este año no ha sido suficiente.

Un total de seis empresas proveedoras de Seat se han visto obligadas a presentar expedientes de regulación o incluso cierres por la caída de la producción de la factoría de la marca española en Martorell (Barcelona). Un mínimo de 742 empleados han sido los afectados desde septiembre. La filial de Volkswagen producirá 56.000 vehículos menos que los previstos inicialmente en la factoría de Martorell (Barcelona), situando la cantidad final en 390.000 unidades, cuando la punta de producción de 2000 se situó en los 516.146 turismos.

En los últimos cinco años la fabricación ha caído progresivamente, situación que la industria auxiliar ha absorbido con el 'colchon' que asegura la contratación temporal, destacaron fuentes sindicales.

La media de eventuales en las compañías proveedoras del sector del metal se sitúa en el 25%, porcentaje que se ha reducido drasticamente en los últimos meses. Sin embargo, estas medidas de flexibilidad no han sido suficientes para la industria auxiliar, que se ha visto forzada a presentar expedientes de regulación. Además, los suministradores de materiales químicos y plásticos han recibido un impacto mayor al tener un nivel de contratación temporal más reducido. Este es el caso de Industrias Plásticas Trilla, fabricante de los alerones traseros para algunos modelos de Seat, que ha planteado el cierre de la factoría de Ripollet (Barcelona), con un expediente que afecta sus 240 trabajadores. La compañía perteneciente a KIO concentra el 80% de la producción para Seat (tras haber intentado trabajar hace dos años para Samsung y Panasonic, que finalmente cerraron sus plantas).

Precisamente, la dependencia de los pedidos de Seat ha sido uno de los principales problemas de Trilla, situación similar a la de Peguform Module Division Ibérica Cockpits, que ha presentado otro expediente para 120 empleados en la factoría de cuadros de mandos para los modelos Altea y el nuevo Toledo. El tercer caso es el de Bergé Logística, que ha adecuado su calendario laboral con el de Seat a través de un expediente temporal para 120 empleados. Otras empresas del parque de proveedores de Martorell fabrican con normalidad, como es el caso de la planta de Abrera (Barcelona) de SAS, que produce para la línea del Leon, actualmente en relanzamiento. Ramel también está ubicada en el parque de proveedores.

La industria auxiliar ha diversificado su número de clientes, para evitar situaciones de crisis. En este sentido, el aumento de la producción de Nissan ha mejorado la situación. A pesar de ello, Autotex, compañía del grupo Miliken, representa el cuarto caso de un proveedor afectado por el conflicto en Seat. Autotex cerró en septiembre la factoría de tapicerías de Viladecavalls (Barcelona), donde trabajaban 200 personas. En quinto lugar, Honeywell, productora de materiales de fricción ha planteado más recientemente un ajuste temporal para 112 trabajadores, aunque en este caso el número de pedidos para Seat es reducido. Finalmente, la sexta empresa afectada ha sido Componentes Vilanova, que el viernes pasado presentó un expediente para 50 trabajadores de los 450 empleados.

En esta lista no entran los 219 trabajadores que abandonaron la filial de Seat productora de cajas de cambios Gearbox, ni el caso contrario de Vanema, una compañía del grupo alemán Eissman que presentó un expediente para sus 294 empleados, que se integraron en la propia plantilla de Seat. También existen apuestas de multinacionales, como el caso de Mahle, que ha decidido invertir 30 millones de euros en la ampliación de la factoría de Vilanova (Barcelona).

Los proveedores siguen de cerca el desenlace del conflicto laboral en Seat, especialmente el futuro de unas inversiones globales de 3.000 millones hasta 2010. Este presupuesto, que Volkswagen ha advertido que depende de un acuerdo final con la plantilla de su filial española, es la llave de futuros pedidos para la marca española. Muchos suministradores se han adaptado a la situación con la reducción de turnos de trabajo, hasta el momento. Pero en enero próximo podría aumentar el número de expedientes, según señalaron fuentes del sector. Con todo, las expectativas de Seat son optimistas, con la previsión de aumentar la producción hasta los 429.000 vehículos el año próximo. La empresa espera incrementar otra vez el nivel hasta los 448.000 en 2007.

La compañía se compromete a definir el plan industrial

El vicepresidente de recursos humanos de Seat, Ramón Paredes, se comprometió a aportar el lunes próximo nuevos datos y más concreción sobre el plan industrial de la compañía para los próximos años. Así lo confirmó el viernes la directora de relaciones laborales de la Generalitat catalana, Mar Serna.La representante de la administración catalana se reunió primero con representantes de los tres sindicatos (UGT, CCOO y CGT) y después con Ramón Paredes, dentro del período final de consultas sobre el expediente que afecta a 1.346 trabajadores, que finaliza el 19 de diciembre. Por su parte, los portavoces sindicales señalaron que si no se alcanza un acuerdo global, la compañía puede presentar otro expediente dentro de pocos meses.

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