Los independientes se suman a la compra de acciones de Telefónica
Tres consejeros independientes de Telefónica han dado un paso al frente y se han alineado con la estrategia de la compañía al comprar acciones en Bolsa. Lo han hecho en plena polémica por la opa sobre O2 y siguiendo los pasos de César Alierta.
El primero en dar ejemplo fue Alierta. En plena caída de la cotización por las dudas sobre la agresiva política de adquisiciones de Telefónica, el presidente anunció la adquisición de títulos por más de dos millones de euros. Luego fue la propia compañía la que salió en ayuda de la cotización y aprovechó la bajada de las acciones para aumentar su posición de autocartera.
Sin embargo, el hecho de que Alierta sea el máximo ejecutivo de Telefónica y el responsable directo de la estrategia de la firma resta valor a las adquisiciones. Lo mismo sucede con la compra de acciones propias, decidida en gran medida por el presidente y realizada con dinero de la sociedad.
Por eso cobra mayor importancia el gesto público de apoyo mostrado por tres consejeros independientes de Telefónica, Fernando Almansa, Carlos Colomer y Gonzalo Hinojosa. Los tres han comprado acciones de Telefónica pocas fechas después de que lo hiciera Alierta y han invertido en ello dos millones de euros.
El más implicado ha sido Hinojosa, que ha aprovechado la liquidez procedente de la venta de Cortefiel para comprar 150.000 títulos de la operadora, con lo que quintuplica su posición en el capital. Colomer se ha hecho con 8.000 acciones, mientras que el ex jefe de la Casa Real ha adquirido casi 800 valores, según las últimas comunicaciones remitidas a la CNMV.
Al margen de la polémica que existe en España sobre la independencia real de este tipo de consejeros, su papel teórico en una compañía es representar los intereses de los accionistas minoritarios y de ahí el valor simbólico de su actuación. En pura lógica bursátil, las posiciones en una acción se toman cuando el precio se considera bajo, pero porque hay perspectivas de que la cotización suba y se pueda vender más caro; si no, simplemente no se compra.
Y Telefónica cotiza ahora a su mínimo de los últimos 13 meses, después de acumular una caída superior al 8% desde que anunció la opa sobre O2. Esta oferta, unida a la compra de Cesky y a la intención de acudir a la privatización turca -operación que ya está descartada- han provocado las dudas del mercado, los analistas y alguna agencia de rating sobre la política de adquisiciones de Telefónica. Se cuestiona la agresividad y el cambio de foco de Latinoamérica a Europa que implican estas decisiones.
Telefónica asegura que su crecimiento seguirá siendo rentable y que la retribución al accionista sigue en el Top 1 de prioridades, así que la cotización volverá a subir. Y sus consejeros independientes han salido al mercado a apoyarlo.
Compras en los peores momentos
Telefónica es, en estos momentos, la empresa del Ibex con peor evolución bursátil en lo que va de año. También es la sexta operadora con peor recorrido en el ejercicio del índice sectorial europeo. Pero no por ello ha sido dejada de lado por sus consejeros.Después de dos años de fuertes subidas, los diecisiete consejeros que componen ahora el máximo órgano de administración de la compañía han redoblado sus esfuerzos inversores durante 2005. En conjunto, tienen el 0,03% del capital de Telefónica y, aunque la cifra no sea demasiado elevada, supone casi el doble de lo que tenían a cierre de 2004.El presidente es el que más ha comprado -más de la mitad del aumento ha salido de su bolsillo-, pero también uno de los representantes de La Caixa ha aportado su granito de arena, además del empujón de los consejeros independientes.Y mientras tanto, Telefónica sigue decidida en su nueva estrategia de adquisiciones. Ayer volvió a aumentar su participación en O2. Compró títulos por 104 millones y lleva su participación hasta el 4,97%.