Integria construirá los coches de 15 de los 52 trenes que Renfe ha adjudicado a Talgo
Integria, la nueva marca que agrupa los 28 talleres de mantenimiento de material ferroviario de Renfe, se hará cargo del 34% de la fabricación de los remolques de los 52 trenes que la operadora ha adjudicado a Talgo en los últimos dos años. Bombardier mantiene la fabricación de las tractoras del AVE 102 y cederá a Integria algunos trabajos del montaje final.
El acuerdo firmado por el consorcio Talgo-Bombardier y Renfe el pasado 12 de noviembre para la cesión de carga de trabajo a Integria en la fabricación de trenes afecta en un 85% al material rodante adjudicado a la empresa española vinculada a la familia Oriol. El trabajo que se cede se refiere básicamente a los remolques de 15 trenes de las 52 composiciones, entre AVE 102 y trenes hotel, según explican fuentes conocedoras del contrato.
La parte de trabajo en la fabricación de este material que corresponde a Bombardier, el socio de Talgo, quedará prácticamente intacta. La multinacional canadiense cederá a Integria únicamente algunos trabajos del ensamblaje final de las cabezas tractoras del AVE 102 (conocido como El Pato), y conservará lo esencial de la producción para sus fabricas internacionales y para su planta española de Trápaga en el País Vasco.
El contrato prevé que la cesión de carga de trabajo sumen 700.000 horas de mano de obra que se realizarán todas en el centro de mantenimiento que Integria tiene en Málaga. De ellas, 600.000 serán cedidas por Talgo y las restantes 100.000 las entrega la multinacional Bombardier, según explicaron las fuentes antes citadas.
El 85% de las 700.000 horas de trabajo que se ceden corresponden a la producción de Talgo
El acuerdo de fabricación conjunta de los nuevos pedidos hechos por Renfe a Talgo-Bombardier no afecta, lógicamente, a los 16 trenes AVE-102 adjudicados en 2001 que ya están construidos, entregados. Varias de estas unidades prestan servicio en la línea de alta velocidad entre Madrid y Lleida.
El pacto ha servido para que se pueda desbloquear la firma definitiva de la adjudicación a Talgo-Bombardier del material que será objeto de la fabricación conjunta. Por un lado, los 30 trenes AVE 102 por un importe de 615 millones, y por otra parte 26 composiciones de trenes-hotel por 370 millones.
Talgo mantendrá en sus propias fábricas el suministro de un pedido de cabezas tractoras de ancho variable por 187 millones, y también la parte de la carga de trabajo de los contratos firmados con Renfe que no cede a Integria.
Málaga
Los actuales talleres de Integria en Málaga deben recibir una importante inyección económica a fin de sufrir una adaptación completa para poder afrontar la tarea de participar en la construcción de trenes de alta velocidad de última generación. Su nivel tecnológico actual le permite realizar tareas como las que ha afrontado últimamente para adaptar una serie de coches de Renfe que han sido modificados para ser vendidos a la red de Irán donde han pasado a prestar servicio.
La modernización requiere la incorporación de una sección de calderería para los imprescindibles trabajos de metalurgia y otra sección de vestido de trenes por la que se podrá enfrentar el cableado, el interiorismo, la fontanería y la instalación de equipos auxiliares de los remolques de Talgo.
Integria agrupa a 24 talleres de mantenimiento de Renfe, más cuatro talleres en los que se realiza algún tipo de fabricación de trenes. Cuenta con una plantilla de 4.200 empleados que se verá reducida mediante un ERE.
Política de salvamento
Renfe, apoyada por el ministerio de Fomento, está completando una intensa campaña de negociaciones y acuerdos que le permiten asegurar a medio plazo un volumen razonable de carga de trabajo para su vetusta división de mantenimiento de trenes, hoy rebautizada como Integria. Previo a los pactos con Talgo-Bombardier, el operador ferroviario ha sellado una alianza con el fabricante alemán Siemens que permite dar aire al taller de Valladolid. Las conversaciones con CAF para establecer una colaboración en el mismo sentido se encuentran avanzadas. La dinámica, sin embargo, no está siendo vista con buenos ojos por los trabajadores de otras empresa dedicadas a distintas actividades en relación con la fabricación de trenes. Sus representantes sindicales temen que, dentro de cinco años, cuando se reduzca el actual ritmo frenético de contrato de nuevos trenes, ellos serán quienes lleven la peor parte.