Un paseo por el arte a través de los géneros pictóricos
Qué es el Guernica de Picasso? ¿Una pintura épica, un paisaje, una naturaleza muerta? El arte contemporáneo ha revolucionado la jerarquía de los géneros pictóricos y, sobre todo, los ha mezclado. Francisco Calvo Serraller (Madrid, 1948) reflexiona sobre lo que ha sido y es el arte en Los géneros de la pintura, una historia del desnudo, del retrato, del autorretrato, del paisaje y del bodegón.
'Por mi condición de crítico y de historiador de arte, siempre he estado viendo la relación entre el arte del pasado y del presente y la evolución del género es lo que más marca la diferencia', comenta el autor. Podía haber abordado la cuestión como un estudio histórico convencional, pero Calvo Serraller ha preferido que el libro, editado por Taurus, tuviera una intención ensayística. Sus reflexiones están arropadas por un gran número de reproducciones de obras.
Hasta que la revolución artística del siglo XX niveló la jerarquía de los géneros -'lo típico del arte contemporáneo es el transgénero'-, la historia de la pintura occidental estaba ligada al valor que cada época concedía a los diferentes géneros. Una jerarquía establecida en función del mensaje. 'Un cuadro era importante por la historia que contaba'. En esa escala, la pintura de historia era el género por excelencia. Los demás eran considerados géneros menores.
Un paseo por el desnudo en la pintura es una llamada al disfrute de la belleza. Los griegos lo utilizan como canon del arte, porque piensan que en la proporción humana está la medida del universo. Es el desnudo ideal, matemático, que hereda Occidente en el Renacimiento. Conforme avanza la época moderna cambian los valores relacionados con el desnudo. Aparece el femenino, la carne, el cuerpo es fuente de misterio y abismo. Frente a la cada vez mayor libertad espiritual, el hombre moderno sufre una mayor represión física. El erotismo entra en la pintura. 'En el arte griego no hay erotismo, porque no hay represión', observa.
El retrato pasa de captar la apariencia, la importancia social, 'por eso sólo se podían pintar unos pocos', a reproducir el exterior. Luego se entra en un túnel sin salida que es el interior, 'pero llegar a ese túnel ha costado muchos siglos', recuerda el investigador.
El autorretrato es para Calvo Serraller un tema muy moderno: la introspección. 'No había esa conciencia tan aguda del yo en el pasado', menciona. En la evolución del género interviene, además, la decisión del artista de reivindicar su papel, primero de forma discreta, después con énfasis y soberbia.
El paisaje clásico era un escenario al servicio del hombre, generalmente alegorías de la vida humana. El desarrollo de la ciencia permite ver el paisaje como un objeto de contemplación autónomo. 'Cada vez tiene más importancia porque el hombre durante un millón y medio de años ha estado aterrorizado por la naturaleza y sólo después de la revolución industrial empieza a encontrarla encantadora porque la domina o cree que la domina', relata Calvo Serraller.
Dentro del sistema jerárquico tradicional, el bodegón era el género inferior. Pero su evolución en el tiempo ha sido determinante para la revolución de las vanguardias.
El arte contemporáneo no ha acabado con los géneros, sino que ironiza, mezcla, confunde y altera su jerarquía tradicional. 'Un poco por esa rebelión a la naturaleza del hombre contemporáneo', aprecia el autor. Y la ausencia de un canon en el arte contemporáneo, que hace imposible saber lo que es, impide saber qué ocurrirá en el futuro. Hay quien dramatiza con la posibilidad de que el arte desaparezca históricamente, pero para Calvo Serraller la única tragedia es que el hombre pierda su capacidad creativa. 'Cómo articula su creación, cómo se comunica, no es una cuestión mejor o peor, simplemente es otra perspectiva'.
Historiador de arte crítico
Francisco Calvo Serraller es catedrático de Historia del Arte, académico de Bellas Artes y ex director del Museo del Prado. A su labor docente e investigadora, une la de crítico de arte en diversos medios de comunicación.De la desconfianza juvenil hacia la crítica, el autor de Enciclopedia del arte español contemporáneo ha pasado a valorar su interés. 'Lo ideal sería un historiador de arte crítico, es decir, que no perdiera la capacidad crítica'.Es esa mentalidad la que ha permitido a Francisco Calvo Serraller enfrentarse al arte al margen del tiempo. 'La persona que dice que sólo le interesa el arte del pasado, o el del presente, en realidad, no le interesa el arte'.