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CincoSentidos

El Chrysler 300 C CRD se apunta a la moda diésel

Los actuales precios de los combustibles obligan a pensárselo dos veces a la hora de decantarse por un vehículo de gasolina, sobre todo si es de gran cilindrada. Hasta ahora, la oferta del Chrysler 300 C, el portaestandarte del fabricante norteamericano para los mercados europeos -cuyas unidades que se venden aquí proceden de la planta austriaca de Graz- sólo se ofrecía en motores de gasolina, aunque con desconexión automática de cilindros HEMI que permite ahorrar, en lo posible, carburante cuando no se exige el máximo al acelerador. Así, la motorización en gasolina es de los V6 de 2,7 y 3,5 litros, estos últimos han sido completados con cambio automático de cinco relaciones, en vez del anterior de cuatro, y el 5.7 V8.

Sin embargo, la ausencia de una mecánica diésel se dejaba notar, quizá demasiado si se considera que el 70% de las ventas de esta clase de modelos -entre los que cabe citar a los Audi A6, BMW Serie 5 y Mercedes Clase E- se basan en versiones de gasóleo. La cuestión queda zanjada con la incorporación de la motorización CRD de tres litros y seis cilindros en V, la misma que impulsa a las Clases C, E, S y ML del fabricante de la estrella; no en vano, Chrysler y Mercedes configuran el consorcio DaimlerChrysler.

Este motor, de alto rendimiento, se vale de una moderna tecnología con aportaciones como el common rail de tercera generación, dotado de piezoinyectores eléctricos en el conducto de alimentación para lograr mayor eficiencia energética en función de las condiciones de marcha, culata multiválvulas o el turbocompresor variable. Entre unos y otros entrega 218 CV y un par máximo de 510 Nm, suficientes para mover con solvencia los 1.928 kilos que arroja en báscula. Asociada al motor figura una caja de cambios automática y secuencial de cinco relaciones, en vez de la de siete que montan sus equivalentes de Mercedes, que manda la energía a las ruedas traseras.

Las prestaciones del 300 C CRD, que es como se denomina la versión, son de primer orden: 230 km/h de velocidad máxima y 7,6 segundos en el paso de 0 a 100 km/h. Además, anuncia un consumo coherente con el planteamiento del coche y su discreta aerodinámica -Cx de 0,34, a partir de un diseño geométrico, vertical y un tanto acorazado-, cifrado en 8,1 l/100 km de promedio.

Respecto a la dinámica, se defiende con soltura en carreteras de todo tipo, pero la suspensión, independiente en los dos ejes, prima el confort sobre la estabilidad -el ESP viene de serie-, por lo que son las grandes y despejadas autovías y autopistas las que mejor se ajustan a su elevada corpulencia.

Reseñar que el 300 C CRD, que también se ofrece en variante familiar o Touring con un sobreprecio de 2.500 euros -las previsiones apuntan a que acaparará el 20% de las ventas- hace gala de una relación aceptable entre precio y equipamiento: cuesta 39.950 euros y trae de todo, excepto sistema de navegación y techo solar corredizo que son optativos.

Modificaciones en el PT Cruiser

Al tiempo que lanza el 300 C CRD, la firma da a conocer los cambios en su compacto de aire retro PT Cruiser, a la venta desde noviembre, salvo en cabrio, en enero de 2006. Comprende un nuevo frontal, con faros con silueta de lágrima, ópticas antiniebla circulares, un emblema más grande y calandra con brazos horizontales cromados, todo encaminado a ofrecer una prestancia superior. Dentro refleja un salpicadero de nuevo cuño, con inéditas bocas de aireación, radio-CD reposicionado más alto, instrumentación optimizada, reloj analógico en vez de digital, guantera más grande y airbag de rodilla para el conductor y frontales de naturaleza bietapa.Asimismo, el PT Cruiser gama 2006 se beneficia de mayor potencia en el campo de gasóleo hasta 150 CV, un 25% superior.

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