Francia endurece su política de inmigración
Pasada la tormenta social y mediática de los disturbios callejeros que hasta hace dos semanas protagonizaron jóvenes descendientes de la inmigración en los barrios marginales de buena parte de Francia, el Gobierno de Dominique de Villepin ha optado por endurecer su política de inmigración.
El primer ministro abrió ayer la tercera reunión del comité interministerial de control de la inmigración, creada por él en su paso por Interior, con la determinación de 'desarrollar una política de inmigración elegida'.
Ante diez ministros presentes, la reunión se saldó con el anuncio de un arsenal de medidas que en la práctica harán más difíciles las condiciones de entrada y permanencia de población inmigrante.
Así, el Ejecutivo ampliará a dos años (hoy uno) el tiempo de residencia de un inmigrante en Francia previo a la reagrupación familiar. En cuanto al matrimonio con extranjeros, el Gobierno ampliará a dos años el plazo de convivencia previo a la nacionalización.