El coche solar, nueva solución para los mensajeros
El transporte es el sector que más contribuye a la contaminación del planeta y al efecto invernadero. Pequeñas ideas imaginativas permiten reducir este perjuicio asumido con energías alternativas a los combustibles fósiles. Este es el caso de dos iniciativas en Barcelona destinadas a impulsar el transporte de mercancías con furgonetas que funcionan mediante placas fotovoltaicas instaladas en el techo. El objetivo es dar a conocer a la ciudadanía las posibilidades de las tecnologías limpias.
La cooperativa Trèvol (Trébol, en castellano) ya fue pionera en 1992 en introducir la mensajería de pequeños paquetes en bicicleta. A este servicio hay que añadir ahora una prueba piloto para impulsar el reparto con furgonetas que funcionan con energía solar y que completan la oferta de transporte sostenible urbano. Pero no es la única iniciativa en marcha. La Asociación para la Divulgación de Tecnologías Sostenibles (ADTS) promueve, sin ánimo de lucro, el uso compartido de furgonetas de transporte de mercancías. Así se contribuye a descongestionar el tráfico y disminuir la contaminación acústica.
Para el responsable de Trèvol, Javier Palos, este tipo de propuestas cuenta con un gran potencial. 'Hemos visto que nuestros clientes aprecian este tipo de servicios. Primero lo comprobamos con el transporte en bicicleta, pero para la mensajería de paquetes medianos no era viable. Por eso pensamos en desarrollar una red de 10 furgonetas que funcionan con placas fotovoltaicas'. Por el momento, rueda por Barcelona un vehículo en fase de pruebas bajo la promoción Ecopack. 'Cada envío cuesta seis euros, mientras que el transporte con motocicletas y furgonetas normales tiene un precio de 7,25 euros'.
Con una capacidad de carga de 350 kilogramos, el vehículo cuenta con 12 baterías que se recargan durante la noche 'igual que un teléfono móvil'. Las placas fotovoltaicas instaladas añaden autonomía a la furgoneta, que puede recorrer 60 kilómetros (hasta 70 kilómetros con la ayuda de las placas). Alcanza una velocidad de 45 kilómetros hora, suficiente para ofrecer un servicio competitivo si se tiene en cuenta que el tráfico en la Ciudad Condal marcha de media a 22 kilómetros por hora. El coste del vehículo alcanza los 15.000 euros, a los que hay que añadir otros 1.200 de las placas fotovoltaicas. La cooperativa ha recibido una subvención del Ministerio de Industria y de la Generalitat catalana, a través del Instituto Catalán de Energía (Icaen), de 5.000 euros. El 30% del coste del proyecto.
La Agencia de la Energía de Barcelona promociona el desarrollo de buenas prácticas energéticas, para conseguir los compromisos ambientales y energéticos adquiridos tanto en el ámbito local (Plan Energético y en la Agenda 21) como en el ámbito internacional (resultado de los acuerdos de las cumbres de Johanesburgo, Kioto, Aalborg y Río de Janeiro). Con todo, Javier Palos no ahorra críticas a la actitud del consistorio barcelonés. 'Desde que se presentó nuestro proyecto en julio pasado, el ayuntamiento se ha desentendido bastante'. Las autoridades municipales no han contratado a Trèvol para hacerse cargo de su mensajería.