Emilio Botín O'Shea abandona el consejo del Santander
Emilio Botín O'Shea, hijo del presidente del Santander, dejó ayer su puesto en el consejo del banco para dirigir una empresa de distribución de fondos de inversión. Tras su salida, la representación de la familia Botín en el máximo órgano de gobierno del banco se reduce a tres: Emilio Botín, presidente del grupo, y sus hijos Ana Patricia y Javier Botín.
El Santander volvió ayer a sorprender al mercado tras anunciar a la CNMV que Emilio Botín O'Shea, de 41 años de edad, hijo del presidente del banco, abandonaba su sillón en el consejo de la entidad, en el que había permanecido desde 1989.
Botín O'Shea ya había abandonado por sorpresa en junio de 1998 sus cargos ejecutivos en el banco, aunque decidió seguir como consejero. En aquella fecha dejó sus puesto para crear Vega Asset Management, una gestora de hedge funds, pero se mantuvo como consejero. Siete años y medio después el hijo mediano de Botín ha decidido desvincularse por completo de cualquier puesto en el Santander. El motivo argumentado ahora es que va a dirigir una empresa de distribución de fondos a nivel internacional, que él mismo fundará y que le exigirá una dedicación profesional completa.
A pesar de dejar este puesto mantendrá su participación en la entidad, que asciende a 12,148 millones de acciones, correspondientes al 0,194% del capital. Esta renuncia además, no altera el poder de la familia Botín en el Santander, ya que Emilio Botín mantendrá, como hasta ahora, el derecho de voto de los títulos de la Fundación Marcelino Botín, del 1,19%, y de sus tres hijos, propietarios del 0,543%.
La presencia en el consejo del Santander de tantos miembros de la familia Botín había levantado desde hace tiempo las reticencias de algunos grupos financieros. La prensa británica había criticado en varias ocasiones esta presencia mayoritaria tras conocer las intenciones del Santander de adquirir Abbey, operación que finalmente se concretó hace un año.
La salida del hijo mediano del presidente del banco se produce justo cuando el grupo español está a la espera de entrar en el capital del banco estadounidense Sovereign, y convertirse en su principal accionista, con el 19,9% de su capital. Esta operación está siendo muy criticada por los principales fondos de pensiones de EE UU, que a su vez son accionistas de Sovereign. El consejero delegado de este banco, Jay Sidhu, será consejo del Santander el próximo año.
El puesto dejado ahora por Botín O'Shea, que en algún momento se especuló con que podría ser el sucesor de su padre en la presidencia del banco, parece que despeja más el camino para que Ana Patricia Botín se convierta en la próxima presidente del Santander. El Santander prevé cubrir la baja actual.
Hijo, nieto y biznieto de banqueros
Emilio Botín O'Shea lleva la banca en la sangre. Hijo, nieto y biznieto de banqueros, su carrera profesional ha estado siempre ligada al sector financiero. Recibió su formación en EE UU y se graduó en 1986 con honores antes de incorporarse a Bankers Trust en Londres dónde llegó a ser vicepresidente en 1992. Ya en el Banco Santander, donde llegó a director general adjunto, se especializó en la gestión de riesgos y dirigió el desarrollo del negocio de derivados para clientes. En 1998 creó su propia gestora de hedge funds, Vega Asset Management. Desde 2002 hasta la actualidad ha sido presidente y socio mayoritario de Swiss Risk Financial Systems, empresa centrada en el desarrollo de soluciones tecnológicas para el sector financiero. Con la salida del Santander se dedicará a actividades privadas.