'La transparencia ha impulsado la figura del auditor interno'
Luis Aranaz dirige el Instituto de Auditores Internos de España desde junio del año pasado. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto y lidera desde su creación en 1998 la dirección de auditoría interna de Iberdrola.
¿Qué aporta un departamento de auditoría interna a una empresa?
Es una función que aporta valor al consejo de administración y que ofrece información relevante sobre cómo se están cumpliendo los objetivos estratégicos en una organización. Para conseguirlo se requiere profesionales bien formados.
¿Cuál es el perfil del auditor interno?
Para dar la información de la que estamos hablando el auditor interno tiene que conocer bien la compañía y el negocio, porque si no, es difícil tener una opinión. Debe tener también buenas cualidades formativas, técnicas, económico financieras y sobre todo, tener habilidades directivas. Tiene que ser un directivo con mayúsculas, que sepa dirigir equipos, comunicar, liderar e impulsar un análisis anticipativo. En estos momentos la auditoría interna no es una función que habla del pasado sino del futuro, de lo que puede venir. Hablar del pasado en una organización es decir muy poco al que tiene que tomar decisiones. Hay que hablarle del futuro.
¿En qué es distinta esta profesión de la de auditor de cuentas?
La obligación del auditor de cuentas es dar una opinión sobre si los estados financieros reflejan la imagen fiel de la compañía. Nosotros trabajamos desde dentro de la compañía, dando una opinión permanente de contraste al comité de auditoría y al primer ejecutivo.
Ese es el papel teórico. ¿Pero lo entienden así las empresas?
La realidad ha dado un cambio importante. Las grandes compañías, todas las que están en el Ibex tienen sus departamentos de auditoría interna y tienen esta visión. Hay otras empresas que, sin estar en el Ibex, también están creando departamentos de auditoría interna con estas funciones.
¿Se producen trasvases de auditores de cuentas a la auditoría interna?
Sí, porque la base formativa del auditor de cuentas es muy sólida para desarrollar la auditoría interna. Pero aún así para desarrollar esta función hay que tener más que los posos económicos.
¿Les ha beneficiado la corriente de buen gobierno?
Sí, los vientos soplan a favor y eso ha favorecido la figura del auditor interno, pero ahora eso hay que saber gestionarlo. El auditor interno está trabajando ahora en nuevas áreas. Sobre todo, en los nuevos requerimientos de sostenibilidad, reputación o responsabilidad corporativa. Y trabaja dentro de la compañía para que estos asuntos no sean sólo un bla bla bla.
En los últimos años ha aumentado el número de auditores internos.
Sí, pero quiero hacer una llamada a los estudiantes y a la Universidad, porque allí no se enseña auditoría interna. Hemos llegado a un acuerdo con el CEU, donde tenemos un curso de posgrado. Queremos trasladar a los universitarios que ésta es una profesión de futuro, que se autorregula. Se puede hacer una excelente carrera profesional para legar a ser directivo en cualquier organización pública o privada.